El Gobierno español expulsa a un marroquí por promover el salafismo

Barcelona (España), 16 may.- El marroquí Noureddin Ziani fue expulsado hoy de España tras ser detenido en Barcelona (noreste) por promover el salafismo, según informó su abogada, Fatima-Zhora Bouhya.

El Ministerio del Interior había ordenado su expulsión de España y ya ha sido trasladado a Marruecos por vía aérea, dijo a EFE la letrada.

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) había pedido la salida de Ziani de España por representar una amenaza para la seguridad nacional.

Fuentes del departamento aseguraron a Efe que el Gobierno tomó la decisión de expulsar a Ziani después de que una investigación del CNI, que duró tres años, demostrase que el marroquí, afincado en Cataluña, llevaba a cabo actividades de difusión del salafismo.

Ahora, el expediente de Ziani, firmado por el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, pasará al juez instructor, quien será quien ratifique la expulsión.

Ziani es un dirigente musulmán con el que el partido nacionalista catalán Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) contaba para atraer hacia el independentismo a las comunidades islámicas de esa región (noreste).

La investigación del CNI demostró que Ziani realizaba actividades de difusión del salafismo que suponían una amenaza contra la seguridad nacional.

Por ello, solicitó al Ministerio del Interior la expulsión del ciudadano marroquí en aplicación de la Ley de Extranjería.

Algunos dirigentes de CDC y del gobierno catalán insinuaron en días pasados que el proceso abierto para expulsar a Ziani respondía a que se encarga de difundir el soberanismo catalán entre inmigrantes musulmanes.

Sin embargo, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, desmintió ayer que el expediente de expulsión abierto a Noureddin Ziani obedeciera a su apoyo al soberanismo catalán, sino por promover el salafismo y el islamismo radical, algo que ya le costó su expulsión de otro país europeo, agregó.

El propio Ziani habló el martes con los medios de comunicación, negó ser un salafista radical y se mostró "indignado" por no poder defenderse de una acusación que, según él, podría guardar relación con su apoyo al soberanismo en Cataluña.

"Me acusan de ser salafista radical y yo en mi vida he fomentado el radicalismo; al contrario, hasta los imanes se han reído de estas acusaciones", afirmó.