Ajka (Hungría).- El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, calificó hoy de "muy grave" la situación en la balsa de acumulación de lodos tóxicos que el lunes vertió un millón de metros cúbicos y cuyo mal estado ha obligado a evacuar un pueblo, ante el riesgo de nuevos escapes.
"La situación es muy grave. No quiero crear grandes esperanzas", explicó Orbán en una improvisada rueda de prensa en la localidad de Ajka, adónde han sido evacuados los 800 habitantes del pueblo de Kolontár, donde el lunes impactó con más fuerza la avalancha de barro cargado de metales pesados.
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