Ankara, 8 oct.- El proceso de paz entre el Gobierno turco y la guerrilla kurda no debe depender de los disturbios que desde ayer sacuden Turquía y ya han causado 21 muertos, ha advertido hoy el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.
"No dejaremos que el proceso de solución sea víctima del vandalismo", advirtió el mandatario en una alocución transmitida por la cadena NTV.
El Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda que desde marzo de 2013 observa un alto el fuego para negociar la paz, ha advertido de que este proceso se romperá si Turquía permite que la ciudad siria fronteriza de Kobani caiga en manos de los yihadistas que la asedian.
El cierre turco de la frontera, que impide la llegada de ayuda a Kobani, ha motivado las protestas que se desarrollan desde ayer en toda Turquía y se han saldado con 21 muertos.
Davutoglu confirmó 19 víctimas, así como 145 heridos y 368 detenidos, pero poco después de su intervención se hallaron otros dos cadáveres en la provincia de Mardin.
El primer ministro exigió a la oposición, especialmente al partido prokurdo HDP -que había pedido "salir a la calle" para solidarizarse con Kobani-, que clarificase su posición y prometió "pedir responsabilidades individuales".
Criticó que se le pidiera a Turquía salvar Kobani cuando la responsabilidad, dijo, corresponde a quienes no impidieron durante 3,5 años la muerte de 300.000 personas en Siria, y especialmente a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.
Pese al toque de queda vigente en seis provincias del sureste, se siguieron registrando disturbios hoy.
En un pueblo de la provincia de Agri, unos activistas quemaron la alcaldía y todos los vehículos oficiales, mientras que una comisaría de Siirt se vio atacada con armas de fuego de grueso calibre.
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