El juicio por el 'caso Asunta' continúa su curso marcado por las dudas

El juicio sobre el 'caso Asunta' pasa por su ecuador, después del paso de 70 testigos y con las versiones de los padres cada vez más en entredicho. Sin embargo, pese a que las contradicciones se acumulan, todavía no ha aparecido ninguna evidencia que logre establecer la culpabilidad de ninguno de los acusados.

Los nueve miembros del jurado popular todavía deberán prepararse para escuchar a otras sesenta personas llamadas a testificar, después de las primeras jornadas en el juicio más mediático del año. Durante ella sólo han destacado testimonios que han venido a socavar aún más la credibilidad de las versiones de los padres de la pequeña de origen chino.

Durante las primeras jornadas de juicio, el testimonio del "hombre del semen" - según el apelativo de la defensa-, ha servido para confirmar que se encontraba en Madrid en el momento en el que se cometió el crimen. Algo que ha venido a trastocar la estrategia de los padres de Asunta, que habían centrado buena parte de su trabajo en inculpar a este ciudadano. Los letrados de Rosario Porto y de Alfonso Basterra intentaron desacreditar la coartada de este durante la sesión de la semana pasada.Los padres no actuaron de manera "normal"

Por otro lado, al testimonio de este ciudadano colombiano, se unieron los de otras personas cercanas a la familia de la niña, que también trastocaron los argumentos de la defensa. Por ejemplo, una compañera de clase de Asunta desmontó la versión de que Basterra había estado toda la tarde en casael día del crimen, mientras que testimonios policiales aseguraron que los padres no reaccionaron de manera "normal" a la situación de desaparición de su hija.

Esta semana se esperaba el testimonio del empresario que fue pareja de Porto poco antes del crimen. Sin embargo, la defensa ha desestimado llamarle a declarar después de las primeras jornadas del juicio.

También hay expectación, desde la óptica de la defensa, ante la posibilidad de que haya nuevas pruebas analíticas que puedan confirmar que la pequeña tomó el Orfidal ("los polvos blancos" que decía Asunta) antes incluso de los tres meses de los que se ha hablado hasta ahora. Por otro lado, también se especula sobre cuándo se administró la dosis letal del medicamento a la niña, si durante o después de la última comida familiar – tal y como argumenta la defensa -.

Pese a todos los testimonios, las dudas permanecen sin esclarecerse. El trabajo del jurado popular se antoja arduo a pesar de la gran cantidad de novedades que pueden aflorar todavía en el juicio vía testimonios o análisis. Y aunque la actitud de los padres de Asunta haya sido calificada de poco "normal" en el juicio, no puede decirse todavía que vayan a ser declarados culpables.