El Papa Francisco también se enfada y lo hemos podido ver en México. El pontífice se acercó a saludar a una valla a los asistentes al encuentro con jóvenes que tuvo lugar el martes en la ciudad de Morelia cuando uno de ellos le agarró con tanta fuerza que casi tira al Santo Padre al suelo. Fue entonces cuando Francisco le recriminó al joven:"¡No seas egoísta!".
No obstante, el pontífice continuó saludando al resto de fieles que se habían desplazado hastael estadio José María Morelosy Pavón,lugar donde tuvo lugar el encuentro,e impartiendo bendiciones a niños en silla de ruedas, tal y como ha informado la agencia de noticias Notimex, que añade que el Papa subió posteriormente a un pequeño vehículo para abandonar las instalaciones.
Cerca de40.000 jóvenes en el interior del estadio escucharon el discurso del Papa Francisco a los que, además, se sumaron unos 30.000 en el estacionamiento del recinto. Unas palabras en las que no faltó el incorformismo del pontífice quien les dijo a los jóvnes que no se resignaran a un panorama marcado por el narcotráfico, la falta de oportunidades, la pobreza y la marginación. La multitud de jóvenes no dudó en responder con aplausos, y gritos cariñosos como"¡Te queremos!".
El encuentro tuvo su cierre con una pequeña actuación con danzas mientras que en el escenario una carpa dorada iba descubriendo poco a poco una gran cruz. Asimismo, una manta gigante mostraba una paloma blanca en representación delEspíritu Santo, antes de que Francisco despidiera a los asistentes y rezara con ellos un Avemaría.Una visita marcada por las palabras del Papa sobre los delitos
El Papa Francisco no ha querido olvidar en ninguna de sus visitas las palabras de lucha contra el narcotráfico, la violencia o la falta de oportunidades por las que atraviesa México. De hecho, solo en el estado deMichoacán en los últimos diez años se han registrado 7.250 homicidios que forman parte de los más de 120.000 muertos y más de 26.000 desaparecidos en todo el país desde que en 2006 empezara el combate abierto al crimen organizado.
Tras el acto, el Pontífice se ha dirigido al Aeropuerto Internacional de Morelia, desde donde ha tomado un avión para regresar a Ciudad de México y pernoctar en la nunciatura apostólica.
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