El papa llegó al santuario de Mahdu, que dio cobijo a refugiados de la guerra

  • El papa Francisco llegó a las 15:05 horas (9:45 GMT) al santuario de Nuestra Señora de Madhu, en el norte de Sri Lanka, en territorio de los tamiles, y que durante la guerra civil dio cobijo a los refugiados de ambas partes.

Colombo, 14 ene.- El papa Francisco llegó a las 15:05 horas (9:45 GMT) al santuario de Nuestra Señora de Madhu, en el norte de Sri Lanka, en territorio de los tamiles, y que durante la guerra civil dio cobijo a los refugiados de ambas partes.

Francisco se convirtió así en el primer pontífice que pisaba territorio tamil, ya que en los viajes de Juan Pablo II y Pablo VI éstos no fueron al norte de Sri Lanka, inmerso durante 26 años en un sangriento conflicto entre tamiles y cingaleses que acabó en 2009.

Decenas de miles de personas están en la explanada frente al santuario para asistir a la oración a la virgen, en la que se pedirá por la paz duradera en el país, y para oír el esperado discurso de Francisco.

La historia de este santuario mariano tiene más de cuatro siglos, ya que sus orígenes son del año 1544, cuando el rey de Jaffna, Sankili, asesinó a 600 cristianos del ahora distrito de Mannar y los supervivientes que lograron escapar levantaron un altar en la jungla con la imagen de esta virgen.

El primer santuario se erigió en 1670 en la entonces Maruthamadhu, construido por 30 familias católicas que huían de la persecución de los calvinistas bajo el dominio holandés.

En toda la isla de la entonces Ceilán se difundió el culto de virgen curadora y protectora de los mordiscos de las serpientes.

Con la llegada de José Vaz en 1687, hoy proclamado santo por el papa, el catolicismo volvió a resurgir en esta zona y Mahdu se convierte en un centro misionero.

La actual construcción se inicia en 1872 y se convirtió en un lugar sagrado donde llegan en peregrinación personas de todas las confesiones religiosas.

Los obispos del país lograron durante el conflicto hacer que el lugar fuese desmilitarizado y se convirtió en una estructura segura para refugiados.

Desde 1990, las 160 hectáreas de terreno que rodean la iglesia dieron cobijo a miles de personas que escapaban de la guerra y se convirtieron en un verdadero campo de refugiados.

Aunque logró salvarse de los destrozos que causó la guerra, en 1999 el enclave fue bombardeado y murieron 38 personas, entre ellas 13 niños.

En abril de 2008, el santuario volvió a pasar bajo la jurisdicción de la diócesis de Mannar y fue reabierto al culto en diciembre de 2010.

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