El recogimiento y la oración marcan el día a día del cónclave, según cardenal

  • El recogimiento y la oración centran el día a día del cónclave para la elección del nuevo papa, según un relato de primera mano que ofrece el arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, en el último número de la revista austríaca "News".

Viena, 13 feb.- El recogimiento y la oración centran el día a día del cónclave para la elección del nuevo papa, según un relato de primera mano que ofrece el arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, en el último número de la revista austríaca "News".

"Un cónclave es una ocasión solemne que no es comparable siquiera a una votación parlamentaria. En primer lugar, la elección de un papa es un acto litúrgico, es decir, un servicio religioso. Y se lleva a cabo en la Capilla Sixtina, una capilla consagrada", explica el purpurado, un antiguo discípulo del último pontífice Joseph Ratzinger que aparece entre los "papables".

En el texto, Schönborn, de 68 años, narra sus impresiones acerca del proceso de elección del santo padre y revela algunos datos relacionados con el histórico acontecimiento.

"En el interior de la capilla no se mantiene ningún tipo de cháchara o debate, sino que se reza y se vota", y "mientras los cardenales se dirigen a la urna, los demás centran sus pensamientos en Dios", explica.

Los cardenales votan después de "la solemne promesa de elegir al que se cree que Dios quiere como papa", asegura.

Entre las votaciones de 75 minutos que se celebran dos veces por la mañana y otras tantas por la tarde, no se permite hablar ni se descansa un momento para tomar un refrigerio.

"Claro que los cardenales hablan entre ellos, pero lo hacen a la hora de las comidas comunes, o por grupitos en los pasillos o en los dormitorios de la residencia del cónclave", detalla el texto del arzobispo austríaco.

El momento de mayor importancia, para el cardenal, es cuando se lee en alto el contenido de los votos.

"Ese es el momento en el que más conmovido está uno por la importancia histórica de lo que sucede. ¿Estará asociado eso con un nuevo sucesor del apóstol Pedro y abrirá un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia?", razona.

En el momento en que un candidato resulte apoyado por una mayoría de dos tercios, se le preguntará si acepta el cargo, a lo que el elegido consentirá con la palabra "accepto".

Después, se procederá a escoger un nombre y, solo entonces, éste será anunciado en la plaza de San Pedro bajo la famosa frase "Habemus papam", explica Schönborn.

Por otra parte, describe la modestia de la residencia Santa Marta, ubicada junto a la Basílica de San Pedro y que aloja a los 115 cardenales que eligen al papa.

"Las habitaciones son de lo más sencillas y agradables: solo tienen una cama, una mesita de noche, un escritorio con una silla y un cajón", explica Schönborn.

"Nada de televisores o minibar", agrega Schönborn, quien publica una columna semanal en el "Kronenzeitung", el principal diario sensacionalista de Austria.

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