"El sexo y los políticos":una historia de España a través de la vida calavera

  • Casi todos los políticos españoles de finales del siglo XIX y principios del XX "eran unos calaveras", según el libro "El sexo y los políticos", en el que se cuentan facetas de la vida de Emilio Castelar o el general Primo de Rivera, entre otros.

Las Palmas de Gran Canaria, 10 ene.- Casi todos los políticos españoles de finales del siglo XIX y principios del XX "eran unos calaveras", según el libro "El sexo y los políticos", en el que se cuentan facetas de la vida de Emilio Castelar o el general Primo de Rivera, entre otros.

"Casi todos eran unos calaveras, era gente del siglo, como se les llamaba, y lo vivían a su manera", lo que explica en parte los cambios de la época, ha señalado a Efe su autor, el catedrático de Historia Fernando Bruquetas de Castro.

El libro analiza la historia de ese periodo a través de las relaciones íntimas de varios políticos que el autor, catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ha elegido como más representativos o interesantes.

Cuando acaba un siglo, parece el final de una etapa y, algunas veces, las personas "pierden los papeles y un poco la cabeza y el sentido con la idea de querer explotar el último cartucho", argumenta el autor.

"El título 'El sexo y los políticos' puede prestarse a equívocos, pero no es un libro morboso, aunque el morbo subyace en los capítulos", plagados de anécdotas que explican cómo se produjeron los cambios en los gobiernos y en la Historia de España, "con una explicación íntima, que nunca se había dado", indica.

La reina Isabel II es el personaje histórico sobre el que existe más documentación, con secretos sobre su vida privada que fueron desvelados por su marido, sus amantes y los periódicos de la época.

También se menciona a algunos de sus jefes de gobierno como el general Narváez o el marqués de Bedmar, así como a otros políticos como Primo de Rivera o a los reyes Alfonso XII y Alfonso XIII.

La obra relata, por ejemplo, como cuando Alfonso XIII tiene que abandonar España, entre quienes proponen su marcha el 14 de abril de 1931, sin que nadie se opusiera, se encontraba quien había sido el secretario del conde de Romanones, alguien que había sido testigo de muchos comportamientos del Rey.

"Probablemente, debido a ello fue objeto de desprecios por parte del Rey, quien los pagó más tarde, lo que demuestra que no hay enemigo pequeño", ha indicado el historiador.

Otra anécdota relata cómo al general Primo de Rivera escribió una carta de recomendación para una de sus amantes, una prostituta muy conocida a la que llamaban "La Caoba".

El juez que la juzgó por tráfico de drogas y chantaje a un empresario se la enseñó a Primo de Rivera, quien lo expulsó de la judicatura, tras lo cual, el magistrado desveló públicamente el vínculo del dictador con la prostituta.

La obra menciona también algunos casos de homosexualidad, como el de Emilio Castelar, quien "se escapaba por la puerta de atrás del Congreso" y "se iba con sus manolos", lo que motivó alguna reprimenda por estar ausente durante la votación de una ley importante.

Además, recoge también el apelativo curioso que el general Queipo de Llano dedicaba a Franco, a quien llamaba "Paca la culona", algo suficientemente documentado, según Bruquetas.

Un político que llamó especialmente la atención del autor fue Bravo Murillo, "un personaje impoluto, una figura inmaculada que no tuvo ningún desatino amoroso a lo largo de su vida", casado y padre de familia, y que por ello contrasta con el resto.

Bruquetas es autor de otros trabajos como o "Los reyes que amaron como reinas" o "Historia de los burdeles en España".

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