El tráfico ferroviario va recuperando la normalidad en Bélgica

  • Bruselas.- El tráfico ferroviario en Bélgica va recuperando la normalidad tras la huelga espontánea que mantuvieron ayer los maquinistas después de que dos trenes chocasen el lunes entre Halle y Buizingen, al sur Bruselas, en una catástrofe que ha causado al menos 18 muertos y 171 heridos.

El tráfico ferroviario va recuperando la normalidad en Bélgica
El tráfico ferroviario va recuperando la normalidad en Bélgica

Bruselas.- El tráfico ferroviario en Bélgica va recuperando la normalidad tras la huelga espontánea que mantuvieron ayer los maquinistas después de que dos trenes chocasen el lunes entre Halle y Buizingen, al sur Bruselas, en una catástrofe que ha causado al menos 18 muertos y 171 heridos.

Pero hoy todavía continuaban las perturbaciones debido a que a modo de protesta, los maquinistas disminuyen deliberadamente la velocidad de los trenes, en lo que denominan "operación caracol", lo que afecta a la línea que conecta Mons y Bruselas y en la que los trenes circulan a 60 kilómetros por hora, según la agencia Belga.

Los trenes Thalys que unen Bruselas con París volvieron a funcionar a primera hora de la tarde de ayer, pero el tráfico del Eurostar, que conecta la capital belga con Londres, continuará interrumpido durante esta jornada.

Esta mañana ha llegado al lugar del accidente una grúa hidráulica para levantar el armazón de los trenes, una tarea que podría llevar unos diez días, aunque los vagones intactos y aquellos implicados en el choque se retiraron anoche, según la citada fuente.

Levantar la chatarra llevará tiempo y se teme que puedan aparecer más cadáveres debajo de los escombros, por lo que un equipo de la policía federal permanece en el lugar del accidente.

Mientras tanto continúa la polémica suscitada por la lentitud en la instalación en Bélgica del sistema de frenado automático, que se activa cuando un convoy se salta un semáforo en rojo, y con el que tan sólo estaba equipado uno de los trenes involucrados en el accidente.

La ministra encargada de las empresas públicas, Inge Vervotte, ha aseverado hoy en el diario flamenco "De Morgen" que la instalación de dicho sistema se ralentizó por problemas técnicos no monetarios, según la agencia Belga.

Según la ministra, no se puede comparar la situación de Bélgica con otros países vecinos que cuentan ya con este sistema, dado que éstos contaban ya con sistemas similares y sólo tuvieron que adaptarlos a las normas europeas.

Por su parte, la empresa de ferrocarriles belgas, la (SNCB) y la responsable de gestionar la infraestructura, Infrabel, han denunciado la lentitud de la Comisión Europea en la regulación de estos sistemas de seguridad.

Consideran que ha sido el retraso en la armonización de dichas normas el causante de que en Bélgica no se comenzase a equipar los trenes con ese sistema hasta 2006, y no estaba previsto que se completase hasta el año 2013.

Esto explicaría, según su argumentación, que tan sólo uno de los trenes implicados en el accidente entre Halle y Buizingen estuviera equipado con el sistema de frenado automático.

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