"El único hombre de nuestra cofradía es el que pone las flores al paso"

    • LaInformacion.com habla con una costalera de la Virgen de la Salud en la Línea de la Concepción, que reconoce que bajo su paso no le gustaría ver a hombres.
    • Hace casi tres décadas la cordobesa Rafaela Vázquez fue la auténtica pionera de un hecho sin precedentes: las mujeres costaleras en España.
A. Torres

En el paso de la Virgen de la Salud en la Línea de Concepción "el único hombre es el que pone las flores". El resto son todas mujeres: costaleros, contraguías y capataces. El único caso entre las aproximadamente 17 hermandades que componen la totalidad de la localidad gaditana. Una de ellas, hermana desde hace once años, ha atendido a Lainformacion.com.

Hace casi tres décadas se rompió uno de los tabúes que se refugian bajo el parapeto de la tradición en España: las mujeres costaleras. La cordobesa Rafaela Vázquez fue la auténtica pionera de un hecho sin precedentes. Ante la falta de costaleros, decidió reunir a 52 mujeres que ensayaban lejos de las miradas de sus padres y maridos, para el Domingo de Ramos de 1986 salir la Virgen de la Encarnación del Cerro por las calles cordobesas con una cofradía formada por féminas.

Se abrió entonces el camino de la igualdad... también bajo un paso. "En el campo de Gibraltar hay muchas cofradías de mujeres, sobre todo en San Roque, que tiene la Semana Santa más antigua, o en Algeciras", señala Verónica. Incluso en la siempre 'exquisita' Sevilla, en la provincia que no en la capital, también ha surgido una hermandad de féminas. El 7 de junio de 2014 pasará a los anales del mundo de las cofradías de Dos Hermanas por ser el día en el que una cuadrilla completa de mujeres costaleras sacó la Cruz de Mayo de la Agrupación Parroquial de las Tres Caídas.

"En Sevilla son muy puristas -dice- ya pasó con el toreo cuando Cristina Sánchez decidió coger el capote", compara. "Además-puntualiza- Sevilla es la 'Champions League' de la Semana Santa. La tradición es eminentemente masculina, pero a ver que pasa dentro de 30 años, antes no había nazarenas", expone. Desde 2011 ya hay nazarenas en todas las cofradias de Sevilla.

Sin embargo, los costaleros sevillanos entrevistados por este diario tras puntualizar que "no son machistas" no ven con buenos ojos a la mujer en el costal. "No creo que veamos cofradías de mujeres costaleras en Sevilla capital", ha asegurado uno de ellos, "por tradición y por fuerza física", ha empleado como argumentos. "Cosas del sentimiento que la razón no entiende"

"Muchas veces me pregunto que necesidad tengo de sufrir bajo el paso, de pasar tanta 'caló'... pero hay algo que te lleva hasta allí que no se puede explicar", asegura Verónica. Y sobre la masculinidad, esta cofrade da la vuelta a la tortilla y reconoce que no le gustaría ver a un hombre bajo la Virgen de la Salud. "Olé, por las cuadrillas mixtas, pero a mí no me gustaria", opina.

Quizás sea la camaradería y la amistad con el resto de hermanas la que le lleva a pensar de esta manera. "Coincidimos bajo el paso madres e hijas, hermanas y primas, amigas. Es muy bonito escuchar a la gente dando palabras de ánimo por el respiradero y alabando la forma de andar del paso, distinta, son cosas de nuestras caderas", asegura. "Es tan bonito ver a las madre acercarse a la procesión para pasar a sus bebés por el manto de la Virgen", dice emocionada."Nos miran con lupa"

Aunque reconoce que son muchos los espectadores de la Semana Santa de la Línea de la Concepción quienes les animan en una suerte de 'discriminación positiva' -de acuerdo con sus propias palabras- "porque valoran nuestro esfuerzo físico",  ella asegura que también se les mira con lupa. "Ensayamos dos veces veces a la semana, mucho para una cuadrilla, empezamos a las diez de la noche, acabamos tarde y muchas de nosotras son madres", explica.

En este sentido, reprocha que no tengan ciertos privilegios de los que sí disfrutan los hombres."Ellos salen del paso en su descanso, descamisados, se van a por un bocadillo o una cerveza o se echan un cigarrito, nosotras no lo hacemos, estamos pendientes de tener la chaqueta en su sitio más que nada", expone."No queremos dar excusas a los machistas", sentencia.

Para salir de procesión lo que hace falta es mucha fe. "Se pasa mal y hay que creer", explica, "pero si de verdad crees esto es lo más grande del año", asegura.

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