El veneno más potente que existe también se usa para rejuvenecer

  • La sustancia se ha hecho muy popular entre los famosos del mundoentero con el nombre de 'Botox', pero también se aplica para tratar muchas enfermedades. Latoxina botulínica ha encontrado muchas aplicaciones: de veneno arejuvenecedor, de arma a medicamento.
El perfil del paciente que usa Botox es una mujer de entre 40 y 50 años, con dinero y poco tiempo.
El perfil del paciente que usa Botox es una mujer de entre 40 y 50 años, con dinero y poco tiempo.
lainformacion.com
Santiago Zarraga

Ezequiel Rodríguez, reputado cirujano plástico-estético explica porqué la comercialización de esta toxina fue tan novedosa: "cuando era estudiante de microbiología decían que con un gramo, echándolo en el agua era suficiente para matar a la población de Nueva York". Lo interesante de la toxina más famosa del mundo: es un buen "medicamento" pero también uno de los venenos más potentes.

La toxina botulínica es el nombre de la sustancia de la que procede el 'Botox' y el Dr. Rodríguez explica el efecto que tiene: "actúa sobre la activación muscular, la paraliza y el músculo no actúa", lo que dio lugar a que neurólogos, otorrinos y traumatólogos la usen en la actualidad para multitud de enfermedades.

El uso estético de la toxina no se quedo atrás y a partir de 2002 la variante Tipo A de la toxina botulínica ('Botox') se comercializaba para su aplicación facial. Ezequiel Rodríguez nos confirma el origen de su éxito: "es un tratamiento que no es agresivo, no precisa una intervención quirúrgica, no tiene complicación ni posoperatorio que es por lo que el paciente lo quiere".

Ventajas y desventajas.

El Botox se comercializa en España con el nombre de Vistabel. Se aplica principalmente para la eliminación de las arrugas de la cara, patas de gallo y entrecejo. "Las arrugas son producidas por pequeños músculos que hay en la piel que son los que tiran de ésta y al dejar de tirar dejan esa marca, ese surco" por lo tanto el efecto que tiene el Botox es paralizar el músculo.

El uso del Botox permite una aplicación sencilla y sin operaciones largas, pero también tiene desventajas. Cuando la variante Tipo A de la toxina botulínica se inyecta en los músculos, éstos quedan paralizados durante tres y cinco meses. La perdida de expresividad es la primera repercusión. "El músculo paralizado paraliza el rictus" por lo que la expresión mímica que precisan una cara de tristeza o una cara de alegría no puede moldearse ya que los músculos se encuentran paralizados.

El número de aplicaciones es la segunda pega del Botox: "Se aplica una vez cada tres o seis meses, en cantidades muy pequeñas y dejan una pseudo-parálisis" al final del proceso. Después de esto no se recomienda llevar el tratamiento más allá.

"Un maquillaje caro"

Según el Dr. Rodríguez el perfil del paciente que requiere 'Botox' "es una mujer empresaria, de entre 40 y 50 años, ejecutiva, con dinero y poco tiempo que perder en posoperatorio". Este perfil nos puede servir para entender el incremento que se ha dado en el uso del Botox para fines estéticos, aunque el mayor consumo de esta sustancia se hace desde otras muchas especialidades médicas, "no somos los cirujanos plásticos los que más lo utilizamos" sentencia Ezequiel Rodríguez.

Hoy hace veinte años desde que la 'Food and Drugs Administration' (FDA) de EEUU autorizó la comercialización de la toxina botulínica para fines estéticos. Sin embargo los primeros en estudiar la toxina fueron oftalmólogos, que "la atenuaron y la empezaron a usar para problemas de estrabismo", sin duda la vuelta de tuerca que hizo tan importante a este toxina.

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