Ibeas de Juarros (Burgos), 6 sep.- La manera de estudiar el fenómeno de la evolución humana está virando hacia una visión más multidisciplinar, la potenciación de equipos sobre grandes figuras científicas y un rejuvenecimiento, constatado en el XVII Congreso Mundial de Prehistoria y Protohistoria, celebrado en Burgos.
En el balance del congreso ofrecido esta mañana por sus organizadores, el secretario general de la Unión Científica Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas, Luiz Oosterbeek, ha considerado que el congreso marca un camino que se debe seguir en toda la ciencia, hacia una mayor integración de diversas áreas de conocimiento.
En este sentido, ha apuntado que el congreso ha sido en realidad un "congreso de congresos" porque entre las 115 sesiones que se han ofrecido desde el pasado lunes se han tocado áreas científicas muy diversas, desde el clima a la comunicación o los estudios genéticos, para ofrecer una visión más global de la prehistoria y la evolución humana.
Oosterbeek ha adelantado que tras el próximo congreso, previsto para 2017 en Melbourne, se celebrará otro en 2020 en Suiza y el objetivo de la organización es poder organizar en el futuro un congreso mundial en algún país africano, porque es importante acercarse a los lugares donde se genera el conocimiento, como ha ocurrido en este caso con los yacimientos de Atapuerca.
Precisamente durante todo este fin de semana buena parte de los asistentes al congreso están participando en visitas a Atapuerca guiadas por los propios codirectores de los yacimientos: Juan Luis Arsuaga, Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro.
En la rueda de prensa de balance del congreso, Carbonell, que es el secretario general de organización de este encuentro científico, ha considerado que la reunión ha sido "un gran éxito" porque ha combinado las grandes figuras científicas con equipos más jóvenes, que han sido los encargado de organizar 70 de las 115 sesiones.
Oosterbeek ha recordado que hace solo ocho años, el porcentaje de sesiones preparadas por equipos de científicos, con edades que rondan los 45 años, suponían el 15 por ciento, mientras que en el congreso que ahora ha terminado han supuesto el 60 por ciento.
Para Carbonell, este cambio supone una "nueva estrategia", que implica dar protagonismo a quienes en unos años van a ser el relevo de la actual elite científica del mundo.
Esto ha permitido también cubrir otro de los objetivos de los organizadores, que era bajar la edad media de los participantes, de manera que más de la mitad no llegaban a los cincuenta años.
El coordinador científico del encuentro, Robert Sala, ha insistido en que aparte de la presencia física de unos 1.500 científicos de los cinco continentes, la página oficial del congreso en internet ha recibido cerca de 25.000 visitas en esta semana.
También ha recordado que, aunque el congreso termina esta semana, ahora queda un trabajo importante para publicar la práctica totalidad de las sesiones en revistas científicas y en editoriales internacionales, lo que se irá produciendo en los próximos meses. EFE
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