El zoo de Madrid, 40 años más pendiente del tiempo que de la prima de riesgo

  • Las visitas al zoológico de la Casa de Campo (Zoo Aquarium de Madrid), que cumplirá 40 años el próximo sábado 23, no han disminuido este año a causa de la crisis, por lo que sus responsables siguen más pendientes de los partes meteorológicos que de los vaivenes de la prima de riesgo.

J.C.Fraile Esteve

Madrid, 17 jun.- Las visitas al zoológico de la Casa de Campo (Zoo Aquarium de Madrid), que cumplirá 40 años el próximo sábado 23, no han disminuido este año a causa de la crisis, por lo que sus responsables siguen más pendientes de los partes meteorológicos que de los vaivenes de la prima de riesgo.

"Hasta el 30 de marzo la crisis no se ha notado en absoluto y aunque en abril, con las lluvias, vino menos gente, estamos aguantando bien, más o menos como el año pasado, que no es poco para la que está cayendo", ha afirmado a Efe el director gerente del Zoo Aquarium, Ricardo Esteban, en el cargo desde febrero de 2007.

El zoo y sus 200 trabajadores no celebrarán de forma especial el aniversario, aunque Esteban anima a madrileños y turistas a visitarlo, y aprovechar para ver los últimos días de la exposición de dinosaurios, procedente de Estados Unidos, que estará hasta el día 24.

De los 3.500 animales (sin contar los peces) de más de 500 especies diferentes que viven en el zoológico, destaca la familia de pandas gigantes (una pareja y sus dos crías), de lo que no puede presumir ningún zoológico europeo.

Según el contrato con China, los dos panditas mellizos, 'Po' y 'Do Do', nacidos por inseminación artificial en Madrid, como el fallecido y recordado 'Chulín' (el primer panda nacido por inseminación artificial fuera de China), permanecerán en el zoo madrileño solo hasta 2014, mientras que sus padres no se irán hasta 2017.

No obstante, los responsables del zoo intentarán el próximo año conseguir más descendencia de estos animales tan singulares y así poder seguir teniendo a alguna cría más allá de 2014.

El zoológico estuvo antes en el parque del Retiro y se remonta a 1774, cuando Carlos III mandó construir un parque de animales en la actual Cuesta de Moyano, siendo el segundo zoo de Europa después del de Viena.

Con Fernando VII, en 1830, se trasladaron las instalaciones de la Casa de Fieras a la zona adyacente a la puerta de Sainz de Baranda del parque del Retiro, bajo el pomposo nombre Gabinete Real de Ciencias Naturales, hasta 1972, año en el que se mudó a la Casa de Campo, su emplazamiento actual.

Además de las instalaciones, que se han ido mejorando con el paso del tiempo, quedan como testigos de sus inicios en la Casa de Campo un cuidador a punto de jubilarse, Juan Pache, y una pareja de rinocerontes blancos procedentes de la Casa de Fieras que han superado su esperanza de vida, de unos 40 años.

Natural de Cáceres, Juan Pache vino a Madrid a buscar trabajo y lo encontró en el zoo de carambola. Paseaba por la Casa de Campo recogiendo piñones para comer algo cuando unos guardas le recriminaron la acción. Éstos, no obstante, le llevaron al zoo y lo contrató como cuidador la entonces directora de las instalaciones, Margarita Celma.

Pache conoció allí a su mujer. Un día, dando de comer a pingüinos y focas se quedó prendado de Ascensión Bello, que estaba visitando el zoológico.

Otro trabajador con 35 años de antigüedad, Mario Robledillo, encargado general del Zoo Aquarium, ha destacado los cambios "tan grandes" que ha experimentado el zoológico.

"Poco tienen que ver las instalaciones que hay ahora con las que había entonces, y los sistemas de trabajo y la seguridad también han mejorado mucho", ha recalcado.

Recuerda que una noche una gran tromba de agua arrasó las instalaciones, muriendo ahogados varios animales, y cómo casi toda la plantilla, avisada por teléfono a las tantas de la madrugada, acudió al zoo para rescatar a los animales en peligro y limpiar las instalaciones, que quedaron listas para abrir con normalidad esa misma mañana.

También recuerda la reprimenda que se llevó cuando un día no pudo resistirse a la tentación y acarició a 'Chulín', algo prohibido porque tocar a una cría de panda puede acarrear el rechazo de su madre.

La cámara que grababa los movimientos de 'Chulín' las 24 horas del día captó ese momento y su jefe, al revisar los vídeos, descubrió la infracción. Pudo costarle el puesto, pero su jefe le perdonó.

El trabajo en el zoológico es "duro y sacrificado", según Robledillo, pero "engancha" porque "es bonito y da muchas satisfacciones". EFE

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(Recursos de archivo en www.lafototeca.com. Código 5368855)

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