Londres.- Las autoridades irlandesas han puesto en libertad vigilada a tres de los siete detenidos esta semana en relación con un supuesto plan para asesinar al dibujante sueco Lars Vilks, amenazado de muerte por grupos islámicos tras publicar en septiembre de 2007 una caricatura del profeta Mahoma.
Se trata de una pareja libia y de una mujer palestina, que fueron puestos en libertad ayer, después de tres días de interrogatorios, informó hoy la policía irlandesa, que mantiene bajo detención a tres hombres y una mujer en relación con la investigación.
Los detenidos son otro ciudadano libio, un argelino, un croata y una estadounidense.
Esta última fue identificada como Jamie Paulin-Ramírez, de 31 años, por su madre, Christine Mott.
Mott declaró a la prensa irlandesa que la Oficina Federal de Investigación estadounidense (FBI) le había informó de la detención.
Un grupo terrorista iraquí vinculado a Al Qaeda puso precio a la cabeza de Vilks y ofreció 100.000 dólares a quien acabe con la vida del dibujante, que caricaturizó al profeta en el diario sueco "Nerikes Allehanda" dibujándole con el cuerpo de un perro.
El pasado mes de enero, el dibujante recibió amenazas telefónicas de muerte procedentes de Somalia, según reveló la policía alemana.
Las amenazas sucedieron al intento de un hombre de atacar con un hacha a Kurt Westergaard, dibujante del rotativo danés "Jyllands Posten", quien también caricaturizó a Mahoma en 2005.
En esas llamadas amenazantes, un interlocutor anónimo preguntó a Vilks si había seguido el caso de su colega danés y le aseguró que ahora irían a por él, añadieron las fuentes policiales.
Según la policía danesa, el atacante de Westergaard, de 27 años, que está en prisión preventiva, tiene vínculos con el movimiento islámico somalí Al Shabab y con Al Qaeda en África Oriental.
El dibujante danés ha sido objeto de varias amenazas y ataques desde la publicación en 2005 de una docena de caricaturas del profeta Mahoma que provocaron una ola de protestas en varios países de religión musulmana, que causaron 150 muertos.
Westergaard dibujó a Mahoma como un hombre de aspecto barbudo y siniestro, con una bomba en su turbante.
El Islam considera una ofensa la representación en imágenes del profeta Mahoma.
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