El coronavirus está provocando que España viva una de las peores etapas de la historia reciente. Lo malo es que todo puede empeorar aún más. Esa es la reflexión que se extrae de las respuestas de los encuestados por el CIS, que en su barómetro de febrero plantea varias cuestiones sobre la crisis sanitaria. Las respuestas a las mismas están llenas de pesimismo, ya que los porcentajes más altos corresponden a las opciones que plantean escenarios más negativos. Por ejemplo, hasta un hasta un 47,3% de los sondeados creen que seguimos en el peor momento de la crisis sanitaria. A los que se suman un 24,5% que estima que lo peor está por llegar. Unas malas perspectivas de presente y futuro que coinciden con un aumento de quienes se vacunarían sin hacer preguntas. Hasta un 82,9% de la ciudadanía permitiría que le inyectaran la dosis en cuanto les avisaran, según este barómetro de febrero.
Según el sondeo elaborado por el departamento que dirige José Félix Tezanos, para el que se han realizado 3.869 entrevistas telefónicas entre el 3 y el 11 de febrero, la mayor preocupación de los españoles ante el Covid es el efecto que puede tener sobre la salud. Así lo considera hasta un 46,6%, mientras que un 16,3% dice estar más inquieto por el golpe que supone para la economía y el empleo. Ante la evolución de la pandemia en el país, donde ya se ha logrado doblegar la curva de contagios, un 65,4% señala que se habrían tenido que tomar medidas más exigentes para hacer frente a la expansión del virus. Solo un 9% tiene claro que se podría haber continuado como en etapas previas.
La buena noticia que contiene el barómetro es la relacionada con las vacunas antes mencionadas. Frente a ese casi 83% que quiere inmunizarse sin condiciones, tan solo hay un 6,5% que rechazaría hacerlo. Además, hay un 1,8% que dice que se pondría la vacuna siempre que haya garantías y sea fiable. Con respecto a esos que rechazan vacunarse, tan solo hay un 2% que no lo haría por no fiarse y un 0,5% que considera que no son eficaces contra la infección. Junto a estas justificaciones, está la de que puedan producir efectos secundarios o tengan riesgos para la salud, a la que se suman un 1,2% del total de encuestados.
El impacto del virus sobre la salud mental es otro de los temas que trata el CIS de este mes. Más de un 65% de ciudadanos señalan que la pandemia les está afectando "mucho" o "bastante" en su vida personal. Tan solo hay un 14,7% que dice estar igual, al no haberle afectado nada o casi nada. Algo parecido ocurre cuando se pregunta por las relaciones sociales. Cerca de un 77% asegura que la Covid está golpeando su vida social y sus lazos con otras personas, frente a un 11% que dice vivir en normalidad en ese aspecto.
El distanciamiento con los seres queridos es lo que más afecta tanto a nivel personal como social a los encuestados, al superar el 30% en ambos casos. Las restricciones y la libertad de movimientos conforman el segundo grupo de preocupaciones más acentuadas. En tercer lugar está la afectación sobre el estado anímico, por el que hasta un 20,8% revela tener ansiedad o tristeza desde el punto de vista personal y un 17,7% por la limitación a su vida social. La economía y el trabajo también genera intranquilidad. E incluso está por encima del miedo al contagio, que ya no está entre lo que más zozobra genera.
Sobre la economía, el pesimismo también es el estado de ánimo predominante. Casi un 50% cree que la situación económica en el país es "muy mala", y un 40,2% la define como "mala". De hecho, la crisis económica continúa siendo la principal preocupación de los españoles. La segunda la componen los peligros para la salud, como el propio coronavirus, y la tercera es el paro, según el ranking elaborado por el organismo público de demoscopia.
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