Enfermedades acechan a millones de niños en Siria por llegada del verano

  • Las enfermedades infecciosas -como la diarrea, el sarampión y las de tipo respiratorio- que se propagan por la falta de agua, de higiene, las altas temperaturas y el hacinamiento amenazan a cuatro millones de niños en Siria, que ha entrado en su tercer año de conflicto armado.

Ginebra, 21 jun.- Las enfermedades infecciosas -como la diarrea, el sarampión y las de tipo respiratorio- que se propagan por la falta de agua, de higiene, las altas temperaturas y el hacinamiento amenazan a cuatro millones de niños en Siria, que ha entrado en su tercer año de conflicto armado.

La amenaza sanitaria no sólo planea sobre los niños en Siria, sino sobre centenares de miles que están refugiados en Jordania, Líbano, Turquía o Irak, los países que han acogido al mayor número de sirios huidos de la violencia, dijo en Ginebra la portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Marixie Mercado.

Como consecuencia de la guerra, el suministro de agua es ahora sólo un tercio de lo que era antes de la crisis y una buena parte de los más de 4,2 millones de desplazados internos viven en condiciones de hacinamiento y con limitado acceso a baños y duchas.

Entretanto, los sistemas de alcantarillado están dañados o utilizados por encima de su capacidad debido a los desplazamientos de población, según han observado los cooperantes del UNICEF en el terreno.

Todo esto en las semanas previas a las máximas de temperaturas del verano, que en esa parte del mundo pueden llegar a alrededor de 45 grados centígrados. Por estos días ya llegan a los 35 grados.

"Sin suficiente agua o servicios de saneamiento básico es probable que los niños en Siria y los que viven como refugiados en la región enfermen con diarrea mientras que otras enfermedades seguramente también aumentarán", declaró la directora del UNICEF para Oriente Medio, Maria Calivis.

La primera alerta proviene de Homs -entre las ciudades más afectadas por los combates-, donde se han registrado 1.200 casos de diarrea relacionados con la llegada de desplazados de Al Quseir.

En relación con los refugiados, Mercado mencionó con preocupación el caso del campamento de Domiz, en Irak, que ya alberga 50.000 refugiados, el doble de su capacidad, por lo que las condiciones son allí muy duras y ya se han observado un aumento de casos de diarrea, pero todavía no a niveles alarmantes.

En Jordania, las autoridades y los cooperantes hacen lo posible para cubrir las necesidades más urgentes de los 120.000 refugiados que viven en el campamento de Zatari, convertido en muy poco tiempo en el segundo más grande del mundo.

El organismo de Naciones Unidas ha atendido en sus diversas actividades -relacionadas con el suministro de agua, de saneamiento y servicios de higiene- a nueve millones de personas en Siria desde inicios de este año.

Para financiar estos esfuerzos durante 2013, el UNICEF pidió a los donantes 200 millones de dólares, de los que -llegada la mitad del año- ha recibido menos de 80 millones.

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