Motril (Granada), 27 oct.- Siete inmigrantes han sido enterrados hoy en el cementerio de Motril (Granada), donde ayer fueron inhumados otros tantos compañeros de travesía que murieron intentando llegar en patera a España, un sueño que en los últimos veinte años se ha cobrado 50 vidas solo en la costa granadina.
A la ceremonia, consistente en un responso en la capilla del cementerio, han asistido un centenar de personas, entre ellas la alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, y varios concejales.
El capellán ha agradecido a los presentes el acompañamiento que han dado a unas personas que han vivido "una historia trágica que no debería volver a repetirse".
Entre los 14 fallecidos que han sido enterrados en Motril había dos mujeres de unos 25 años y doce varones, de los que ocho tenían unos 30 años, dos unos 18 años y es posible que los otros dos tuvieran unos 16 años.
García Chamorro ha agradecido a los motrileños la solidaridad demostrada y ha indicado que el Ayuntamiento va a correr con la totalidad de los gastos del sepelio.
De otro lado, 15 de los 17 inmigrantes que llegaron con vida al puerto de Motril y que permanecían en el centro de acogida temporal de la Policía Nacional han sido trasladados al Centro de Internamiento para Inmigrantes (CIE) de Algeciras (Cádiz).
Los restantes, dos mujeres, han sido trasladadas a un centro de la Cruz Roja, y la Junta de Andalucía se ha hecho cargo de una menor.
El entierro se ha producido después de que el Instituto de Medicina Legal de Granada tomara las muestras necesarias para que sea posible su identificación genética en un futuro, una acción que también se ha practicado con los supervivientes para poder establecer posibles líneas de consanguinidad.
Estos 14 fallecidos, que fueron trasladados la noche del jueves a Motril junto a dieciocho supervivientes, viajaban esta semana en una patera frente a las costas de Alhucemas en el accidente más grave de este tipo registrado en los últimos tres años.
El último accidente de estas características tuvo lugar el 15 de febrero de 2009, cuando veinticinco inmigrantes perdieron la vida al naufragar una patera frente a las costas de Lanzarote.
Tan sólo seis integrantes de la expedición, que había partido de Tarfaya dos días antes, pudieron ser rescatados con vida, gracias a la acción de un surfista uruguayo.
Sin embargo, el número real de muertos en estos sucesos es difícil de determinar pues la mayoría de los inmigrantes que fallece durante la travesía desaparece en las aguas y tan sólo los testimonios de los supervivientes permiten hacer un cálculo aproximado de lo ocurrido.
Tan solo en la costa granadina, la travesía clandestina de inmigrantes hacia la zona se ha cobrado en los últimos veinte años cincuenta vidas y ha supuesto la desaparición de cerca de un centenar de personas, según datos recabados por Efe.
Esta zona registra una gran actividad migratoria, que se ha revelado especialmente trágica estos últimos días, ya que además de los cadáveres llegados a Motril, ayer se recuperaron los cuerpos de dos personas que viajaban en una patera junto a otros 49 inmigrantes rescatados cerca de las costas de Marruecos.
La tragedia de la inmigración se ha tornado luctuosa esta semana en las costas granadinas, pero la costa andaluza no es ajena al fenómeno migratorio en forma de patera, como pone de manifiesto que en los últimos días hayan llegado a Tarifa (Cádiz) media docena de pateras con inmigrantes deseosos de cumplir su sueño de una vida mejor en Europa.
Las últimas pateras han llegado esta misma mañana, cuando Salvamento Marítimo ha rescatado a quince hombres adultos subsaharianos que viajaban en dos pateras frente a las costas de Tarifa. EFE
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