UN PACIENTE DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE COMPARTE EN UN LIBRO SOLIDARIO SU RELACIÓN CON ESA “ACOMPAÑANTE NO INVITADA”

- Este domingo se celebra el Día Nacional de la Esclerosis Múltiple. Omar Sharaf cuenta en el libro ‘Acompañante no invitada’ que “hay una manera de afrontar y de aceptar la nueva situación” como la que él vive tras ser diagnosticado de esclerosis múltiple en 2007. La obra, además de buscar la sensibilización social y ayudar a otros pacientes, recaudará fondos para la Fundación Esclerosis Múltiple de Madrid (FEMM), de la que es miembro.
Así lo explicó a Servimedia este hombre de 41 años, una de las 47.000 personas que tienen la enfermedad en España (6.500 en la región madrileña). La dolencia, para la que aún queda un largo camino de investigación, es la segunda causa de discapacidad adquirida en jóvenes tras los accidentes de tráfico, pues la edad de debut más frecuente es entre los 20 y 40 años.
Factores ambientales como el tabaquismo, el déficit de vitamina D, las radiaciones ultravioletas, el cambio de dieta, entre otros, pueden estar implicados en el aumento de diagnósticos que se ha producido en los últimos años. Para concienciar de todo ello, este domingo 18 de diciembre se conmemora el Día Nacional de la Esclerosis Múltiple.
También lo hará Omar, que tras asimilar su vida con esclerosis, agregó, quiere compartir con otros “que hay distintos caminos que se pueden adoptar para no hundirte ni hacerte ‘bicho-bola’”, parafraseando a Ramón Arroyo.
CIEN PÁGINAS
En las casi cien páginas de su libro narra que su día a día lo dedica a lo que él considera su “trabajo”, pues a pesar de contar con la incapacidad absoluta, su jornada comienza a las siete de la mañana, ayudando a su hijo a prepararse para ir al colegio y después yendo a gimnasia y natación, a hacer la compra y la comida trabajo.
El libro, impreso por Grupo AGD, es una cuidada edición personal en la que intercala sus vivencias con frases, canciones o poemas que le han aportado algo en la convivencia con la esclerosis múltiple. Omar Sharaf habla, por ejemplo, de que con apenas 25 años tuvo un primer brote, que se manifestó con visión doble, y que hasta que no volvió a repetirse, siete años después afectando a su equilibrio, no llegó el diagnóstico. Para entonces ya estaba casado y a punto de tener a su hijo.
A partir de ahí, cuenta, comenzó el proceso de convivencia con su “acompañante”, primero pasándolo “muy mal psicológicamente”, por no poder seguir con su vida cotidiana, ir andando a todas partes o, incluso, para expresarse. También tuvo que lidiar con la “preocupación” y el “agobio importante” que le supuso romper con el estereotipo de que el hombre es el que lleva dinero a casa.
Un nuevo tratamiento al que se somete en la actualidad evita que, como le ocurría antes, sea una “piltrafilla” después de comer, y a su ritmo contribuye a las labores domésticas.
“Lo que más me alegra es pasar con mi hijo infinitos momentos, que antes no podía. Ayudo en lo que puedo a mi mujer en casa. Aunque evidentemente hay muchas cosas que no puedo hacer”, agrega este hombre que, como dice en la contraportada de su libro, ha conseguido “darle la vuelta a la tortilla” y ver a esa acompañante como “una oportunidad” para disfrutar de cosas que antes le era imposible.
“Si luchas puedes perder, pero si no luchas estás perdido”, sentencia Omar Sharaf, que ofrece más información sobre su caso y el libro en 'www.facebook.com/omar.sharafordonez'.

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