España tiene la peor calidad de aire de Europa, dice investigador ambiental

  • España tiene mala calidad de aire, ha afirmado Pedro Jiménez Guerrero, doctor en Ingeniería Ambiental, que hoy recibe en Madrid el premio Joven Investigador 2011 concedido por la Real Academia de Ingeniería (RAI).

Murcia, 18 oct.- España tiene mala calidad de aire, ha afirmado Pedro Jiménez Guerrero, doctor en Ingeniería Ambiental, que hoy recibe en Madrid el premio Joven Investigador 2011 concedido por la Real Academia de Ingeniería (RAI).

Jiménez Guerrero (1978, Archena, Murcia), ingeniero químico por la Universidad de Murcia, trabaja con un contrato del proyecto "Ramón y Cajal", de regreso de los talentos a la universidad española, tras ampliar su formación en centros como el departamento de clima de la Nasa, en Nueva York (EEUU) y en el Instituto Max Planck, de Mainz, Alemania.

Actualmente dirige en la Universidad de Murcia una nueva investigación, denominada "Sinqlair", sobre la interrelación de los diferentes componentes del sistema climático (océanos, atmósfera, suelo, hielos, calidad del aire) utilizando sistemas de modelos acoplados.

En una entrevista con Efeverde el joven experto asegura que España tiene una de las peores calidades de aire de toda Europa.

Las causas de que, en general, todos los países de la cuenca mediterránea incumplan las directrices europeas de calidad del aire son fundamentalmente el sol, el "buen tiempo", las situaciones anticiclónicas que permiten inviernos suaves y las escasas lluvias, a lo que se une la llegada a la zona del polvo (minerales en partículas) del desierto del Sahara.

Los estudios del Sinqlair se traducirán en mapas, similares a los de la predicción meteorológica, sobre la calidad del aire, dirigidos tanto a la población, para informar sobre alertas en la salud, como para la administración, que dispondrá de instrumentos para adoptar medidas (cortes de tráfico, sanciones o cierres) sobre los responsables de la contaminación.

Pedro Jiménez insiste en que una vez que se acepta la existencia del cambio climático, los científicos deben saber trasladar su trabajo a la población, cada vez más preocupada por este fenómeno no solo achacable a la actividad solar, sino también a la importante contribución humana.

Añade que es fácil echar la culpa al humo que sale por la chimenea de una industria sin tener en cuenta, a veces por desconocimiento, la cantidad de emisiones y el gasto de energía que procede de los hogares, de los electrodomésticos o de un aire acondicionado puesto a 15 grados en verano.

La autorregulación es fundamental y para ello es imprescindible dar la necesaria información, afirma Pedro Jiménez, quien además ha colaborado en la elaboración de proyecciones climáticas para el Quinto Informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC).

El investigador precisamente pone como ejemplo de información incompleta o mal difundida este Panel, formado por informes de científicos de varios campos y países que suman 2.000 páginas. Luego, para uso de los políticos se resume en 50 páginas. La "traducción" que hacen los políticos y cómo lo trasladan a los medios de comunicación, hacen que la información se distorsione al final.

Es como el juego del teléfono, la idea inicial no tiene nada que ver con la última, se pierde o varía por el camino, dice el joven investigador que, en la semana de su 33 cumpleaños recogerá dos premios, el de la RAI y el que le ha concedido la Organización Meteorológica Mundial (WCRP), junto a otros nueve jóvenes científicos de todo el mundo.

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