España, un país para vivir...y para morir

  • La diferencia entre el porcentaje de inmigrantes que residen en España por nacionalidad y el de quienes mueren aquí, también por país de origen, es notable: más de un 70 por ciento de los extranjeros que fallecen en territorio español son europeos, aunque sólo representen el 48 por ciento del colectivo inmigrante.
Sarah Potts/L.P.

Más del 12 por ciento de la población española es extranjera. La mayor parte de esos seis millones de inmigrantes proceden de países que no pertenecen a la Unión Europea, son personas en edad productiva y han venido a España a trabajar. De hecho, su aporte es fundamental para mantener el sistema de pensiones y el de protección social que garantiza el Estado del bienestar.

Por su parte, los extranjeros oriundos de los países miembros de la UE son una minoría, aunque su número ha ido en aumento en los últimos años en contraste con el de los extracomunitarios, que han frenado su ingreso debido a la crisis económica.

Pese a esto, al comparar el número de residentes y de decesos por país de origen, surge un dato curioso: más de un 70 por ciento de los extranjeros que fallecen en territorio español son europeos, aunque sólo representen el 48 por ciento del colectivo inmigrante.

Estas cifras demuestran que los inmigrantes europeos tienen más edad y por tanto fallecen más que los no europeos. Su vinculación con España no es, como en el otro caso, por motivos laborales. Más bien parecen elegir este país para pasar los últimos años de su vida.

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