España ve a la UE dividida sobre si intervenir o no en Libia

Damasco.- La ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, dijo hoy que los países de la Unión Europea (UE) están divididos sobre si de debe o no establecer una zona de exclusión aérea en Libia para frenar a las tropas de Muamar al Gadafi por "miedo" a las consecuencias que pueda tener la medida.

Jiménez se refirió al debate sobre la intervención militar en Libia en una rueda de prensa en Damasco con su colega sirio, Walid el Wuallem, durante la visita a ese país en el marco de una gira por Oriente Próximo.

Según la ministra española, todos los socios europeos quieren que "Gadafi acabe con la violencia a su gente", pero no están de acuerdo sobre la conveniencia o no de acordar una zona de vigilancia aérea.

"No hay unanimidad por una cuestión razonable: porque todos o gran parte de los países (de la UE) tienen miedo de las consecuencias que puede tener el establecer esta zona de exclusión aérea y qué puede ocurrir en el futuro", argumentó.

Insistió en que algunos países europeos "ponen en cuestión la eficacia" de una operación de fuerzas internacionales para acabar con los bombardeos ordenados por Gadafi contra los rebeldes.

"No todos ven con la misma claridad que si establecer una zona de exclusión, puede parar la situación de violencia en Libia", añadió.

Francia, Reino Unido y España se han mostrado a favor de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas dé luz verde a la intervención, mientras que otros socios, como Alemania, son reticentes.

Según Jiménez, "es normal que existan diferencias" entre los socios comunitarios. "No es un problema, sólo queremos discutir cuáles son las mejores opciones", apuntó.

La jefa de la diplomacia española puntualizó que al igual que en la UE no hay una postura "única y unánime", tampoco la hay entre los socios de la Liga Árabe, a pesar de la resolución aprobada el pasado sábado en El Cairo para solicitar al Consejo de Seguridad de la ONU que autorice el control del espacio aéreo libio.

Siria y Argelia fueron los países que pusieron objeciones.

Walid al Mualem reiteró el rechazo frontal de Siria a que haya una operación militar contra Gadafi, al considerar que se deben seguir estudiando otras iniciativas diplomáticas.

El ministro de Exteriores sirio se preguntó si los países árabes "han agotado" todas las vías para impedir la intervención de los países occidentales en Libia.

"Siria siempre tiene una postura basada en principios: estamos en contra de cualquier intervención extranjera militar en la región. Tiene muchos riesgos. Los casos de Irak, Sudán, Líbano y Gaza han sido experiencias amargas", explicó.

También expresó sus recelos sobre si la zona de exclusión aérea supondría "un punto de partida" para una intervención militar de más calado.

No obstante, el ministro sirio subrayó que la posición de Damasco "no quiere decir que esté a favor de una u otra parte", sino de que se ponga fin al derramamiento de sangre.

Mualem negó de raíz que Siria haya mandado barcos con armamento o aviones de combate para ayudar a Gadafi.

En la misma rueda de prensa, celebrada en el Ministerio de Exteriores en Damasco, Jiménez se refirió a la decisión de Arabia Saudí de enviar soldados al vecino Baréin para contener las manifestaciones contra el rey de este pequeño estado.

La ministra española aseguró que lo que sucede en el Golfo Pérsico "no tiene nada que ver con lo que está ocurriendo en Libia y no tendrá consecuencias".

Justificó el envío de estas tropas en el acuerdo que hay entre los países de esta región de protegerse mutuamente si alguno de ellos pide ayuda.