Esta historia nos hace reflexionar sobre la importancia que tiene el tiempo. Alfred La'Cap, un hombre de Mississipi con 69 años que padecía un cáncer terminal, vivía sus últimos momentos con su familia después de que los médicos le avisaran de que su esperanza de vida era muy corta.
Su hijo Noah, un adolescente que estudia secundaria en el instituto pensó que sería buena idea el adelantar su acto de graduación para que su padre pudiera estar presente en el.
Cargado de valor propuso esta idea a los responsables del instituto de secundaria de Long Beach, en Mississipi, que no tuvieron reparos en acceder y adelantar la graduación tres meses.
Desde el centro alegaron que esta irregularidad se debía a un hecho muy especial, y es que el padre de uno de sus alumnos pudiera estar en este acto que estaba programado para el mes de mayo.
Alfred La'Cap pudo estar presente en la graduación de su hijo, que lució con orgullo la túnica roja y el birrete clásico de su colegio.
Como último gesto de cariño, Noah puso el birrete de su graduación sobre el féretro de su padre, que murió a los pocos días de ver el feliz día que vivió su hijo.
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