Estudiantes de Sao Paulo ganan batalla contra reforma tras choques con la policía

  • Los estudiantes de secundaria del estado de Sao Paulo consiguieron este viernes que el gobernador diera marcha atrás en el plan de reformas que preveía el cierre de 93 escuelas y la reubicación de 300.000 alumnos, después de semanas de protestas y choques con la policía.

El movimiento había comenzado hace alrededor de un mes, cuando la secretaría de Educación de Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil con 44 millones de habitantes, presentó un plan de reestructuración del sistema escolar, sin dialogar con estudiantes ni profesores.

Desde entonces, los jóvenes ocupan alrededor de 200 escuelas en todo el estado.

"Recibí y respeto el mensaje de los estudiantes y de los familiares, con sus dudas y preocupaciones. Nuestra decisión es de aplazar la reorganización", anunció Alckmin a los periodistas.

Tras una nueva jornada de protestas, en la que los estudiantes llegaron a bloquear varias avenidas centrales de la ciudad y fueron dispersados con bombas de efecto moral y gas lacrimógeno por la policía, el gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, anunció que daría marcha atrás.

Poco después, el secretario de Educación, Herman Voorwald, presentó su renuncia, según divulgaron medios locales.

En busca de una mejora del rendimiento de los alumnos, la reforma pretendía separar a los estudiantes en tres centros (grado fundamental 1, 2 y secundaria) para evitar que niños de seis años convivieran en el mismo centro con adolescentes de 18.

La reestructuración generaría el cierre de 93 escuelas del estado y la reubicación de más de 300.000 alumnos, en muchos casos hacia centros más lejanos de sus casas.

El retroceso de las autoridades vino el mismo día en que una encuesta de Datafolha mostró que la popularidad del gobernador alcanzó esta semana su nivel más bajo: según el sondeo, el 30% de los paulistanos califica negativamente su gestión, la peor cifra en la historia de los cuatro mandatos de Alckmin al frente del estado.

La líder estudiantil Camila Lanes calificó la decisión de dar marcha atrás como una victoria, pero alertó que debe ser tomada con "cautela".

"Aplazamiento no significa suspensión o cancelación. Vamos a seguir en la lucha, organizando el movimiento hasta que la reestructuración caiga de verdad. (Vamos a) ocupar y resistir, y sólo nos detendremos cuando retrocedan", declaró en un comunicado de la Unión Brasileña de Estudiantes de Secundaria.

rs/mel/fr

Mostrar comentarios