Extremadura. 110.000 euros para la familia de una paciente que murió por falta de celeridad en su centro de salud


La Asociación El Defensor del Paciente y el Servicio Extremeño de Salud han llegado a un acuerdo extrajudicial para que se indemnice con 110.000 euros a la familia de una mujer fallecida por una inadecuada actuación de los médicos del Centro de Salud de Jaraiz de la Vega (Cáceres), quienes no actuaron con la celeridad que la situación requería.
Según informa la Asociación El Defensor del Paciente,
Rosario G. M., de 74 años de edad y con antecedentes de patología cardiaca, intervenida en 2004 de un mixoma auricular y portadora de by-pass coronaria derecha, acudió sobre las 03.45 horas del 8 de mayo de 2009 al Centro de Salud de Jaraiz de la Vega aquejada de opresión en tórax, agitación, dolor de cabeza, taquicardia y dolor precordial fuerte.
Antes de acudir al ambulatorio, la mujer había tomado una cafinitrina sublingual, tal y como tenía indicado por su cardiólogo.
En el centro de salud fue recibida por dos médicos y un enfermero que se encontraban de guardia. Informados de los antecedentes de la paciente, se sospechó patología cardiaca y se realizaron dos electrocardiogramas, que no fueron valorados por los médicos del ambulatorio, quienes se limitaron a rellenar el protocolo de asistencia sin ofrecer atención sanitaria alguna a la paciente ni adoptar ninguna decisión terapéutica.
Mientras tanto, pasaban los minutos y la mujer seguía quejándose de mucho dolor de cabeza y opresión en el pecho, así como de calor y sensación de agobio, por lo que se decidió su traslado al hospital.
Mientras se esperaba la llegada de una ambulancia, el médico comenzó a redactar el informe de derivación, momento en el que la paciente sufrió una parada cardiaca. Los dos facultativos que se encontraban en el centro de salud salieron a avisar al 112, que se encontraba en la planta superior del ambulatorio, quedando la mujer a cargo del enfermero, quien ni siquiera intentó realizar un masaje cardiaco.
Al llegar, el 112 inició inmediatamente maniobras de soporte vital avanzado, consiguiendo reanimar a la paciente al cabo de una hora y trasladándola de forma urgente al Hospital de Plasencia. La médico del 112 recabó entonces los dos electros realizados a la paciente, que estaban en el suelo de la consulta.
La mujer ingresó en el Hospital de Plasencia a las 07.10 horas, en situación de coma, momento en el que se valoraron por primera vez los dos electrocardiogramas efectuados en el ambulatorio. Según los mismos, Rosario presentaba un ritmo sinusal con elevación de ST 1-2 mm en cara inferior y V6. Falleció al día siguiente al no poder remontar el coma.
Según El defensor del Paciente, la situación de la enferma a su llegada al centro de salud, dada la sintomatología que presentaba y sus antecedentes, requería de una valoración rápida de su estado, la realización de forma urgente de electrocardiograma y preparación ante una posible parada cardiorrespiratoria.

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