Fallece el escritor y humorista brasileño Millôr Fernandes

Río de Janeiro, 28 mar.- El escritor y humorista brasileño Millôr Fernandes, creador de un célebre periódico subversivo que criticó con ironía a la dictadura, murió a los 88 años en Río de Janeiro, informó hoy su familia.

Autor de cerca de 40 novelas, obras de teatro, guiones de musicales y de libros de poesía, Fernandes falleció de un derrame cerebral la noche del martes en su apartamento y sus restos serán cremados mañana después de un velatorio.

Fernandes fue uno de los fundadores de O Pasquim, un semanario humorístico y satírico nacido en 1968 que se sirvió de la ironía para burlar la censura y criticar al régimen militar que imperó en Brasil entre 1964 y 1985.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, publicó una nota de pesar en la que calificó a Fernandes como "un genio brasileño, un icono del humorismo y un brillante periodista".

"Con su muerte, Brasil y toda nuestra generación pierden una referencia intelectual", afirmó Rousseff sobre este escritor, que fue autodidacta, como también recordó la mandataria.

Millôr Fernandes se inició en el periodismo en 1938 con una columna en la revista A Cigarra que firmaba con el pseudónimo Vão Gogo, que utilizó durante varias décadas en diversas publicaciones, entre ellas en el semanario O Cruzeiro, uno de los principales periódicos brasileños de los años 40 y 50.

Posterior a ello colaboró con medios importantes como el Jornal do Brasil y la revista Veja.

De su producción literaria sobresalieron las obras teatrales, aunque también escribió numerosos cuentos, fábulas, poesías y novelas.

También fue traductor de una decena de obras de William Shakespeare y adaptó al portugués textos de Molière, Bertold Brecht, Tennessee Williams, Mario Vargas Llosa, Augusto Monterroso o Darío Fo.

El humorista era conocido por el gran público brasileño por sus frases ingeniosas, que muchas veces escribía en forma de haiku o de tira cómica, que fueron publicadas en numerosos periódicos y revistas de todo el país.

Fernandes hizo gala de su ironía innata al adoptar, con 17 años, el nombre de Millôr, caligrafía equivocada con la que fue inscrito en el registro civil, en lugar de Milton, como le llamaron sus padres cuando nació en 1923 en Río de Janeiro.