Familiares y amigos despiden restos de poderosa empresaria argentina

  • Familiares y amigos despidieron hoy en una ceremonia íntima los restos de la emblemática empresaria, filántropa y coleccionista de arte argentina Amalia Lacroze de Fortabat, fallecida este sábado en Buenos Aires a los 90 años.

Buenos Aires, 19 feb.- Familiares y amigos despidieron hoy en una ceremonia íntima los restos de la emblemática empresaria, filántropa y coleccionista de arte argentina Amalia Lacroze de Fortabat, fallecida este sábado en Buenos Aires a los 90 años.

"Amalita", como se le conocía popularmente, fue velada en el apartamento de un exclusivo barrio de la capital del país en el que vivía, donde monseñor Jorge Casaretto, una de las figuras más destacadas de la Iglesia católica argentina, ofició una misa.

Sus restos fueron trasladados hoy al panteón familiar del cementerio de La Recoleta, acompañados por una extensa caravana de automóviles con familiares y amigos.

Tras la ceremonia fúnebre, María Inés de Lafuente, su única hija, la recordó como "una mujer excepcional", mientras que su nieta Amalia Amoedo comentó que la empresaria "se fue tranquila y acompañada por sus seres queridos".

Entre los asistentes al funeral estuvo Jorge Altieri, excombatiente en el conflicto bélico que Argentina y el Reino Unido libraron en 1982 por la soberanía de las islas Malvinas y de quien Fortabat era madrina de guerra.

Altieri expresó su pesar por la pérdida de la empresaria, a la que agradeció "por todo lo que hizo por los compañeros de Malvinas".

El exsoldado recordó que Fortabat acompañó a los combatientes internados por heridas de guerra y les brindó "ayuda espiritual y el amor de una madre".

"Nos ayudó con su ternura mejor que una psicóloga. Siempre estuve en contacto con ella porque era mi madrina de guerra", añadió.

"Amalita" había nacido el 15 de agosto de 1921 en el seno de una familia de la aristocracia argentina y a los 21 años contrajo matrimonio con el abogado Hernán de Lafuente.

Años después, tras una conflictiva separación, se casó con el empresario Alfredo Fortabat, 27 años mayor que ella.

Tras la muerte en 1976 de Alfredo Fortabat, la mujer se hizo cargo de todas sus empresas y heredó una de las mayores fortunas del país, que incluía 160.000 hectáreas de tierras, miles de cabezas de ganado, tres aviones, un helicóptero, un barco, varios automóviles y la cementera Loma Negra, de la que se encargó personalmente.

En poco tiempo la mujer triplicó el patrimonio de esta compañía y, según la revista Forbes, se convirtió en la mujer más rica de Argentina, con una fortuna calculada en 1.800 millones de dólares.

En los últimos años, Amalia Fortabat se dedicó a las actividades filantrópicas y al arte, al punto de que en 2008 inauguró el Museo Fortabat, que alberga cerca de 400 obras que poseía como coleccionista.

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