Córdoba.- El nuevo obispo de Córdoba, Demetrio Fernández González, ha asegurado hoy que los fieles de esta Diócesis son un "modelo" para todos los creyentes en España y "más allá" de sus fronteras, por lo que ha destacado la "enorme responsabilidad" que tienen y que ahora compartirá con ellos.
Fernández González, hasta ahora obispo de Tarazona (Zaragoza), ha enviado una carta a los fieles de la diócesis cordobesa que su antecesor, Juan José Asenjo -arzobispo de Sevilla-, ha leído en una rueda de prensa junto al vicario general de la Diócesis, Fernando Cruz-Conde, y al vicario general de Pastoral, Joaquín Alberto Nieva.
El nuevo obispo de Córdoba, que tomará posesión de su cargo el 20 de marzo, ha recurrido a un pasaje de los Tesalonicenses para alabar la labor católica desarrollada por los fieles de la ciudad cordobesa y ha asegurado que se han "convertido en un modelo para todos los creyentes, en España y más allá de sus fronteras".
Fernández González ha asegurado que los fieles cordobeses tienen una "enorme responsabilidad" que, a partir de ahora, va a compartir con ellos.
En su saludo, el nuevo obispo de Córdoba asegura que está "lleno de esperanza" por venir a una "diócesis viva" y ha sostenido que confía en que pueda, con el trabajo de todos, presentar al mundo la "belleza de la vida cristiana".
Además, Fernández González ha hecho una mención especial a los "fieles laicos, porque vosotros sois la sal de la tierra y la luz del mundo" -parafraseando a San Mateo- y ha instado a los jóvenes a tener referentes de vida cristiana.
El nuevo obispo ha presentado sus respetos a las autoridades civiles, militares y culturales, tanto de Córdoba como del resto de Andalucía, y ha ofrecido su colaboración para el "bien común" de los cordobeses.
Fernández González también ha enviado un especial saludo a todos los que sufren por cualquier causa, por enfermedad, el paro el desamor y la carencia de Dios.
Por su parte, el arzobispo de Sevilla y antecesor de Fernández González, Juan José Asenjo, le ha aconsejado que mantenga su "talante y su "buen hacer" para desarrollar su labor apostólica en la diócesis de Córdoba, de la que ha dicho que "tiene una historia brillante y un presente esperanzador".
Además, ha opinado que no le va a costar ningún esfuerzo porque es una persona "adecuada" y "capaz" para "ser el pastor que empuje el tren" de los fieles cordobeses.
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