Buenos Aires, 27 ene.- El gobierno argentino y la oposición se enzarzaron hoy en una polémica por la reforma de los servicios de inteligencia propuesta por la presidenta Cristina Fernández, tras la muerte del fiscal que investigaba un atentado antijudío sin resolver desde 1994, el cual había acusado a la mandataria de encubrimiento.
"Es una cosa descabellada, surrealista, que se oponga a un proyecto que no vio", dijo hoy a la prensa el secretario general de la Presidencia argentina, Aníbal Fernández, al ser consultado por las críticas de la oposición.
"Esta propuesta (de reforma) es un intento de sacar ventaja política de un momento", replicó el alcalde de Buenos Aires y aspirante presidencial Mauricio Macri en diálogo con Radio Mitre.
Macri puso en duda si la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) con la que Fernández pretende reemplazar a la actual Secretaría de Inteligencia "va a funcionar mejor si tiene una conducción igual".
Además, pidió centrar la atención en la investigación sobre el deceso del fiscal Alberto Nisman y en la denuncia que interpuso contra la mandataria argentina por supuesto encubrimiento de los presuntos terroristas iraníes que atentaron contra la mutual judía AMIA en 1994 y causaron 85 muertos.
"La Justicia debe ir a fondo e investigar si hubo o no encubrimiento", señaló Macri sobre la denuncia presentada por Nisman el pasado 14 de enero, cuatro días antes de ser encontrado muerto de un tiro en la cabeza en su domicilio de Buenos Aires.
El resto de la oposición se opuso también a la reforma, en especial a dos puntos clave: la transferencia del sistema de escuchas judiciales de los servicios de inteligencia a la Procuración General y la elección de la cúpula de la AFI por el Senado por un mandato de cuatro años.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, reiteró hoy la duración del mandato de los altos cargos de la AFI, pero dejó la puerta abierta a que el próximo presidente promueva cambios.
"Se puede interpretar que el Gobierno pretende que continúen el director y subdirector (de la AFI). La verdad es que el plazo tiene que estar asociado al mandato presidencial. Eso no significa que tenga estabilidad en el cargo. Es una cuestión que seguramente contemplará el proyecto que se remitirá", explicó Capitanich.
El proyecto de ley para reformar los servicios de inteligencia será remitido al Congreso esta semana y está previsto que comience a debatirse en febrero en sesiones extraordinarias.
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