Gobierno galo intenta que el humorista Dieudonné pague sus multas por racismo

  • El Gobierno francés pondrá a trabajar toda la maquinaria del Estado para lograr que el polémico humorista Dieudonné, condenado varias veces por injurias racistas, no pueda declararse insolvente y pague sus multas, que se elevan a varias decenas de miles de euros.

París, 3 ene.- El Gobierno francés pondrá a trabajar toda la maquinaria del Estado para lograr que el polémico humorista Dieudonné, condenado varias veces por injurias racistas, no pueda declararse insolvente y pague sus multas, que se elevan a varias decenas de miles de euros.

"Hay que movilizar al conjunto de los servicios del Estado para obligar a pagar sus multas al señor Dieudonné M'bala M'bala, que intenta organizar su insolvencia y no pagar sus multas", declaró hoy en la emisora "Europe 1" el ministro del Interior, Manuel Valls.

A la iniciativa de Interior se suma la de Justicia, el mismo día en que la ministra Christiane Taubira llamó "lamentable bufón" al humorista, en una columna publicada en la versión francesa del digital Huffingtonpost.

"La Justicia no ha fallado. Los fiscales le han perseguido. Los jueces han juzgado. Las condenas son múltiples", señaló Taubira en un texto en el que recordó que el Tesoro Público debe hacer todo lo posible para asegurarse de que el Estado cobra "las sumas acordadas por las decisiones de Justicia".

Dieudonné es un popular cómico que inició su carrera humorística en los años noventa, pero fue a partir de los años 2000 cuando hizo de las bromas antisemitas, como la negación del Holocausto, su sello de autor, en unos espectáculos basados en la provocación en los que también dedica chascarrillos a los islamistas, las mujeres o los chinos.

El cómico, al que la ministra de Justicia describe como un "antisemita multirreincidente" que lanza "payasadas obscenas", está en el punto del mira del Gobierno, especialmente después de unas hirientes declaraciones contra dos cómicos de origen judío el pasado diciembre.

El ministro del Interior anunció entonces que el Ejecutivo estudiaría si es posible prohibir sus espectáculos, extremo que jurídicamente se revela complicado porque choca contra el derecho a la libertad de expresión.

La polémica tomó aún más envergadura cuando el controvertido futbolista y exinternacional francés Nicolas Anelka, jugador del West Bromwich inglés, celebró un gol con un gesto conocido como la "quenelle", inventado por el cómico, para apoyar a su amigo Dieudonné.

El gesto, convertido en la imagen de marca de Dieudonné, consiste en extender un brazo hacia el suelo y cruzar la mano contraria sobre el hombro, en lo que algunas asociaciones detectan una alusión al saludo nazi.

El pasado septiembre, después de que circulara una foto de varios militares franceses que posaban de esa manera frente a una sinagoga, la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo (LICRA) envió una carta al ministro de Defensa en la que describía la "quenelle" como "un saludo nazi invertido que significa la sodomía de las víctimas de la Shoah".

Anelka precisó que él considera que se trata solo de un gesto antisistema y no antisemita y prometió a su club no volver a celebrar así un gol para evitar malentendidos.

El presidente de Francia, François Hollande, ha mostrado su apoyo al ministro del Interior, pero también ha surgido alguna voz discordante en el seno del gobernante Partido Socialista.

El responsable de las juventudes socialistas en el departamento de Pyrénées-Orientales, Anthony Cortès, tuvo que dimitir tras decir en la red social Twitter que sentía "vergüenza" de su ministro del Interior y se declaró después a favor de la libertad de expresión.

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