Gómez Borrero cree que Juan Pablo II desconocía la verdad sobre Maciel

  • Pilar R. Veiga.

Pilar R. Veiga.

Madrid, 23 abr.- Paloma Gómez Borrero esperaba el momento en que se canonizara a Juan Pablo II para dedicarle un libro lleno de afecto y anécdotas vividas en más de 27 años y, ante las críticas porque se haga santo a una persona ligada al fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, ella sostiene que él desconocía la verdad.

Con una vida repartida entre Italia y España -tiene tres móviles- y a punto de volar a Roma para retransmitir el domingo la canonización de Juan Pablo II, Gómez Borrero reconoce que nunca tuvo dudas sobre su santidad.

- PREGUNTA: En el prólogo del libro escribe una carta a Juan Pablo II diciéndole que le debía este libro ¿Por qué?

- RESPUESTA: Por haberme regalado el poder de haber seguido a una persona que ha hecho historia y ha marcado el siglo XX. Ahora es un santo, el día 27 ya es oficial. Yo le debía ese libro porque cuando vivía no me apetecía escribirlo, recién muerto tampoco y pensé que el día que fuera santo haría el libro.

- P: ¿Por qué cree que debe ser proclamado santo?

- R: Los santos deben ser buenos, pero sobre todo coherentes con lo que creen y hacen, es decir, no tener dos caras, y ser lo que te pide Cristo. Además, Juan Pablo II era muy místico y por eso le gustaban mucho nuestros místicos -Santa Teresa, San Juan de la Cruz-.

Era un hombre de acción al que le han llamado "el maradona de la fe", pero era sobre todo un hombre místico, de mucha oración y de diálogo con Dios muy dentro; realmente nunca tuve dudas de que sería santo.

- P: ¿Cree que Juan Pablo II murió con algún tema pendiente?

- R: Le hubieran gustado muchísimo dos viajes, habría ido hasta en silla de ruedas si le hubiera invitado China o el Patriarcado ortodoxo de Moscú.

- P: ¿Es el papa que más aprecia?

- R: Es el que más he conocido porque ha sido mucho tiempo, han sido 27 años y medio.

A Benedicto XVI le he seguido ocho años aunque le conocía de antes como cardenal. Como papa me parece la gran cabeza de la Iglesia, de una gran humildad y delicadeza, es muy desconocido para la gente. Francisco nos trae toda la calidez y cercanía del latinoamericano.

- P: En la primera audiencia con los medios de Juan Pablo II tuvo la suerte de que se acercara a usted. ¿Cómo lo recuerda?

- R: Estuvo muy cariñoso. Yo estaba al lado de una de las vallas agolpadas de prensa y se puso a hablar conmigo.

Me quedé... Le pregunté si hablaba español y me dijo que no pero que había prometido aprenderlo a los cardenales españoles.

Le comenté que era de Televisión Española y durante mucho tiempo me llamó así. Le pedí también una bendición para España y me dijo "para España, todo".

- P: Precisamente sobre España fueron las últimas palabras que tuvo con él.

- R: Estábamos en el último viaje a España (2003) y los Reyes fueron a verle a la Nunciatura porque ya estaba muy enfermo y entramos unos pocos periodistas. Cuando nos íbamos me llamó el papa y me dijo "qué grandes santos, qué gran pueblo, qué gran juventud" y yo le comenté, "como Polonia, santidad", y Juan Pablo II me respondió: "no, España más". Fue la última vez que hablé con él.

- P: En total hizo 104 viajes oficiales con Juan Pablo II ¿Destaca alguno?

- R: Muchas veces íbamos a un viaje y pensábamos que no íbamos a vender ni una crónica y con él siempre había algo, una noticia.

Para mí los más significativos fueron el primero a España, Cuba con Fidel Castro y su primer viaje a Polonia.

- P: Para seleccionar las anécdotas del libro habrá tenido que hacer un gran esfuerzo de síntesis.

- R: Podría haber escrito un libro mucho más grueso. Hay tantas... era cercano, como cuando casó a la hija de un barrendero de Roma y había tantos periodistas que la gente preguntaba ¿qué está pasando?; era muy cinéfilo y veía las películas con los directores o los actores, como pasó con 'La vida es bella', 'La Pasión' -comentó "así debió ser"- y 'Francesco'.

- P: Define a Juan Pablo II como un político de Dios, aunque durante un tiempo habló de las guerras.

- R: Dijo que la guerra era una espiral sin retorno, una derrota de la humanidad. Cuando vio que era imposible evitar la guerra de Irak recibe incluso a Aznar y a Blair, que salieron con rostro sombrío y preocupado. A partir de comenzada no volvió a hablar nada más que del pueblo que sufría y de las víctimas inocentes.

- P: ¿Qué opina de las críticas a la canonización de Juan Pablo II por su amistad con el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, que fue acusado de pederastia?

- R: Maciel ha sido un hombre que ha hecho muchísimo daño a la Iglesia, al papa y a sus propios hijos de la Legión.

Creo que el papa no recibió los informes sobre ello y estoy convencida de que él creyó que eran calumnias. Juan Pablo II venía de Polonia, donde para desacreditar a la Iglesia se acusaba a los curas de espías, pedófilos y traidores al tratar de echar basura.

Maciel era como el doctor Jekyll y Mister Hyde, le veían rezar y algunos pensaban en empezar su causa de beatificación enseguida, sin poder ni imaginar que era un depravado a unos niveles horribles.

Además, Maciel le engañó porque le ha presentado a sus hijos como si fueran sus sobrinos y como ejemplo para la juventud.

Hasta llegar al papa directamente hay mucho filtro y si se quiere impedir que llegue una noticia siempre hay una cortina que te lo impide.

- P: Concluye el libro con las palabras que usted dirigió al papa delante de su cadáver.

- R: "Ahora barres el cielo", porque el decía "quiero ser el barrendero del mundo para dejar los caminos limpios para que pase el amor y la paz".

Me dio mucha pena y me costó mucho tiempo ver las imágenes sin que se me saltaran las lágrimas, aunque al mismo tiempo pensaba que era una egoísta por querer tenerle en las condiciones físicas en las que estaba.

Si quieres a una persona y la ves sufrir de esa manera, como a mi padre, que tenía 44 años cuando murió de cáncer, al final dices quiero que se muera, pero al mismo tiempo piensas ya no lo tengo.

- P: ¿Le parece bien la renuncia de Benedicto XVI por motivos de salud?

- R: Ha abierto el camino y no será el primero. Ha tenido el valor de hacer una cosa histórica con una gran humildad, coherencia y mucho valor.

- P: ¿Va a retransmitir la canonización de Juan Pablo II y Juan XXII?

- R: Voy a retransmitirlo para 13 TV. Me hubiera gustado que fueran dos fechas distintas porque son dos gigantes y una plaza se llena con cada uno.

Juan XXIII y el Concilio Vaticano II marcan un antes y un después y fue un hombre, como Juan Pablo II, muy cercano y que buscó la paz.

- P: ¿Cierra una etapa de su vida con este libro, tiene en proyecto otros?

- R: Me gustaría escribir una novela, no sé si sabría. Sobre un personaje -bisabuelo o tatarabuelo- de mi familia que es muy aventurero y curioso, que estuvo con el general Prim.

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