Greenpeace pide al gobierno que prohíba el glifosato, un herbicida probablemente cancerígeno presente en parques y alimentos


Greenpeace inició este lunes una recogida de firmas dirigida a los ministerios de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, para pedir que definan “urgentemente” una hoja de ruta para prohibir el glifosato, el principal componente del herbicida más vendido del mundo y presente en parques, cultivos y alimentos, pese a que recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha clasificado como “probablemente cancerígeno para los seres humanos”.
Según los parámetros de la OMS, esta clasificación se basa en la “evidencia limitada” en seres humanos, pero una “fuerte evidencia” de que es cancerígeno para los animales, y se sospecha que el glifosato actúa como un disruptor endocrino y es tóxico para la reproducción.
Greenpeace aseguró que en España están autorizados 125 productos que contienen glifosato (10 de ellos hasta 2017, cuando el visto bueno en la UE termina el próximo 31 de diciembre), que se utilizan ampliamente en la agricultura, silvicultura (cuidado de los bosques) y jardinería, por lo que está presente en campos, parques y cunetas, y también en el agua, el aire y los alimentos, y añadió que los científicos han encontrado este “probable” carcinógeno humano incluso en el cuerpo humano.
El glifosato es un herbicida que se puede aplicar sobre una amplia variedad de plantas. Fue comercializado por primera vez por Monsanto con el nombre de ‘Roundup’ en la década de 1970. Desde que su patente caducó en 2000, numerosas compañías lo producen con diferentes nombres comerciales, aunque el ‘Roundup’ sigue siendo el herbicida más vendido en el mundo y reporta a la compañía unos beneficios astronómicos, según Greenpeace.
De hecho, esta organización ecologista indicó que la venta de Roundup representó un tercio de las ventas totales de Monsanto en 2014 y que su uso se ha incrementado exponencialmente desde que se autorizaron los primeros cultivos transgénicos tolerantes al glifosato.
“CON NUESTRA SALUD NO SE JUEGA”
Luís Ferreirim, responsable de la Campaña de Agricultura de Greenpeace España, comentó que la clasificación del glifosato como “probablemente cancerígeno para los seres humanos” es “sólo una demostración más de los peligros y del fracaso de la agricultura industrial”, al tiempo que afirmó que “este veneno se ha encontrado en nuestros cuerpos, incluso en la leche materna”.
”Con nuestra salud no se juega. El Gobierno español debe aplicar el principio de precaución y suspender inmediatamente el uso del glifosato, hasta que se complete su reevaluación en la UE”, añadió.
En su informe recientemente publicado ‘Los plaguicidas y nuestra salud: una preocupación creciente’, Greenpeace muestra cómo los agricultores y sus familias, los fetos, los bebés y los niños pequeños son los principales grupos de riesgo o los más vulnerables ante la exposición a los plaguicidas.
"El uso intensivo de productos químicos en la agricultura industrial crea un riesgo innecesario y evitable para la salud humana y para la salud del planeta. Es urgente un cambio hacia la agricultura ecológica y evitar así los riesgos asociados a la agricultura industrial", concluyó Ferreirim.

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