Guatemala, 25 mar.- Una docena de organizaciones sociales guatemaltecas se sumarán hoy a la marcha que desde el pasado lunes realizan más de 1.500 campesinos e indígenas pobres que vienen desde el norteño departamento de Cobán hacia la Ciudad de Guatemala, para exigir soluciones a la conflictividad agraria.
A la marcha de 212 kilómetros, de los cuales han recorrido en siete días más de 180, se unirán líderes y activistas de sindicatos, grupos de mujeres, derechos humanos y organizaciones no gubernamentales, en solidaridad con las demandas campesinas.
"El apoyo a la marcha campesina debe ser unánime de parte de toda la sociedad, porque se trata de problemas nacionales históricos que urgen ser resueltos", dijo a los periodistas Sandra Morán, directiva del denominado Sector de Mujeres.
El pasado viernes, el presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, y la vicepresidenta Roxana Baldetti se encontraron en el kilómetro 85 de la carretera con los campesinos e indígenas para pedirles que desistieran de la medida y ofrecerles discutir sobre sus peticiones.
Sin embargo, los labriegos, entre los que vienen cientos de mujeres y niños, rechazaron la solicitud del mandatario y le aseguraron que continuarán con la marcha, la cual concluirá el próximo martes cuando arriben a la capital.
Pérez Molina ofreció a los líderes de la protesta que los recibirá en la Casa Presidencial para conocer sus demandas y trabajar en la solución de las mismas.
Los campesinos exigen la aprobación de una Ley de Desarrollo Rural que les permita tener acceso a tierras para trabajar, la condonación total de los créditos agrarios que adeudan al Estado, y rechazan la explotación minera.
La caminata fue convocada por el Comité de Unidad Campesina (CUC) con el fin de presionar al Gobierno a que atienda la histórica conflictividad agraria que afecta a millones de campesinos e indígenas pobres.
Según cifras oficiales, el 80 % de la tierra cultivable del país se encuentra en manos de terratenientes, calculados en el 5 % de los 14 millones de habitantes, que se dedican a los monocultivos para la exportación.
Esta es la primera marcha de los indígenas y campesinos durante el Gobierno de Pérez Molina, que asumió el poder el 14 de enero pasado para un periodo de cuatro años y quien se ha comprometido a impulsar el desarrollo rural en el país para beneficiar a este sector.
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