Haití necesita un "trabajo de hormiga" de al menos 20 años para ser un país "normal"


La embajadora de Haití en España, Yolette Azor-Charles, aseguró este martes que su país necesita "como mínimo" 20 años para convertirse en un Estado "normal" y en el que todos "respeten las normas", aunque consideró que "siendo realistas" hacen falta 30 años para llegar a esta situación.
En declaraciones a Servimedia, Azor-Charles señaló que la situación anterior al terremoto de 2010, del que este miércoles se cumple el primer aniversario, provocó el actual estado de destrucción del país, ya que "muchísima gente había construido en zonas prohibidas" y endebles al paso de los huracanes.
El seísmo debe servir, según Azor-Charles, para reconstruir un país más seguro, para lo cual prevé un "mínimo" de 20 años "siendo optimista", pero 30 años "siendo realista". "Hay demasiada destrucción, esto tomará su tiempo. Será un trabajo de hormiga enorme y hay que tener muchísimos hormigueros", añadió.
Por otro lado, Azor-Charles subrayó que el Gobierno haitiano carece de edificios propios y trabaja en instalaciones alquiladas un año después del temblor de tierra. Por ejemplo, mencionó que existen dos ministerios en un edificio "donde antes no cabía una oficina de promoción" del país.
Azor-Charles explicó que la zona del Bicentenario de la Independencia Haitiana, en Puerto Príncipe, que ya acogió la Exposición Internacional de 1949, ha sido escogida como lugar para construir los edificios gubernamentales, aunque no cuenta con la aprobación de la población.
Por otra parte, Azor-Charles mencionó la educación entre las prioridades de Haití, que está considerada en este país como el "pan". De hecho, comentó "con tristeza" que recibió una llamada de un compatriota suyo explicando que 109 niños de una zona donde no había llegado la ayuda estaban "en un mal estado". "En Haití la gente cuida a los niños como un árbol de Navidad. Van a la escuela muy limpios", apuntó.
Por último, la embajadora haitiana en España indicó que la población sigue con inquietud la actual situación política, tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales del pasado 28 de noviembre.
"Ahora el deporte favorito de Haití es que las informaciones se intercambian, se fabrican, se sobrefabrican, se destruyen y se desmontan. Todo el mundo está hablando de eso y está pendiente de saber qué va a pasar con el país", concluyó.

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