Hipercolesterolemia familiar, posible infarto precoz para 90% sin diagnóstico

  • La aprobación de un plan nacional para detectar hipercolesterolemia familiar, un defecto genético que expone las arterias al colesterol, podrá evitar la muerte por infarto temprano a los afectados, un 90 por ciento de ellos sin diagnosticar.

Madrid, 20 ene.- La aprobación de un plan nacional para detectar hipercolesterolemia familiar, un defecto genético que expone las arterias al colesterol, podrá evitar la muerte por infarto temprano a los afectados, un 90 por ciento de ellos sin diagnosticar.

El presidente de la Fundación de Hipercolesterolemia Familiar, Pedro Mata, ha explicado en declaraciones a Efe que, aunque esta patología afecta a 100.000 personas en España, tan sólo el 10 por ciento sabe que tiene la enfermedad, puesto que no se evidencia ningún síntoma.

Esta enfermedad genética provoca la exposición de las arterias a altos niveles de colesterol desde la infancia y degenera en una patología coronaria prematura con grave riesgo de infarto en edades tempranas.

El doctor Pedro Mata ha asegurado que la aprobación de un plan nacional de detección de esta enfermedad hereditaria, ahora solo en vigor en algunas comunidades autónomas, podría evitar 96 muertes y 705 episodios coronarios en los próximos diez años.

"Por cada once personas que detectemos en la próxima década, evitaremos un episodio coronario o una muerte", ha advertido.

La implantación de este plan de detección de ámbito nacional permitiría tratar una media de 9.000 casos al año, lo que posibilitaría que en una década se tuvieran controlados a todos los pacientes con esta enfermedad.

La tarea de control partiría de un registro realizado por la Fundación de Hipercolesterolemia Familiar, en el que se recogen 4.145 casos, que pertenecen a 771 familias de toda España.

"Como es una enfermedad que se transmite al 50 por ciento de la descendencia, cuando encontramos un caso, sabemos que la mitad de la familia va a estar afecta", ha explicado.

Una detección precoz también facilita aplicar un tratamiento adecuado, en el que los fármacos y unos hábitos de vida saludables ayuden a controlar el colesterol a partir de los 10 años de edad.

Aunque la enfermedad se combate habitualmente con estatinas, el 70 por ciento de los pacientes necesitan recurrir a un tratamiento combinado con un segundo fármaco (Ezetimiba).

Según un estudio realizado por la organización de Técnicas Avanzadas de Investigación en Servicios de Salud (Taiss), en colaboración de la Fundación de Hipercolesterolemia, el coste del diagnóstico y del tratamiento supondría más de 24 millones de euros en diez años.

Sin embargo, este informe destaca un ahorro de más de 17 millones de euros en el manejo de eventos cardiovasculares y en la pérdida de producción laboral, lo que supondría un coste social neto del programa de 7 millones de euros, en la próxima década.

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