HRW pide el fin inmediato de las agresiones a mujeres en Egipto

  • El grupo Human Rights Watch (HRW) pidió hoy el fin inmediato de los ataques de las fuerzas del orden a mujeres, con especial énfasis en las agresiones sexuales, de los que tampoco se libran sus compañeros activistas, manifestantes y periodistas en Egipto.

El Cairo, 22 dic.- El grupo Human Rights Watch (HRW) pidió hoy el fin inmediato de los ataques de las fuerzas del orden a mujeres, con especial énfasis en las agresiones sexuales, de los que tampoco se libran sus compañeros activistas, manifestantes y periodistas en Egipto.

En un comunicado, la organización defensora de los derechos humanos recuerda las noticias e imágenes recientes de manifestantes en El Cairo "desnudados, golpeados y arrastrados por las calles en los últimos días" por policías y militares.

Según la investigadora de HRW sobre derechos de las mujeres en Oriente Medio y el Norte de África, Nadia Jalife, esas imágenes "han horrorizado al mundo y han atraído el foco sobre la brutalidad sexual que las mujeres afrontan en la vida pública".

"El Ejército y las autoridades civiles deben poner fin a los ataques criminales a los manifestantes de una vez por todas", afirmó Jalife.

El texto recuerda los disturbios de los últimos días en el centro de El Cairo, junto a la sede del Consejo de Ministros, que han dejado al menos catorce muertos y casi un millar de heridos, según el último recuento de las autoridades.

Y hace hincapié en las imágenes recogidas por los medios de información el pasado día 16, fecha del inicio de los altercados, cuando la Policía militar dio patadas y golpeó a los manifestantes con porras, incluida una mujer velada cuya vestimenta fue rasgada dejando al descubierto su pecho.

Pese a que el portavoz de la Junta Militar, Adel Emara, reconoció el lunes pasado la agresión a la mujer y subrayó que estaban llevando a cabo pesquisas, HRW considera que "el Ejército no puede investigarse a sí mismo con independencia".

"Solo una investigación de las autoridades judiciales civiles de Egipto en plena cooperación con el Ejército puede proporcionar un remedio a todos los manifestantes", agrega la nota.

HRW destaca que entre los participantes en las protestas detenidos el pasado fin de semana hay nueve mujeres, algunas de las cuales han denunciado que fueron agredidas física y verbalmente por las fuerzas de seguridad, según los datos que le han proporcionado varias ONG locales que defienden los derechos de las egipcias.

Y pone el ejemplo de las organización Nazra que se queja de que los efectivos del orden, e incluso algunos civiles, siguen un modelo de comportamiento para impedir que las mujeres ejerzan su derecho a protestar.

Nazra, según HRW, remarca que las autoridades y algunos individuos han agredido física y verbalmente a mujeres manifestantes, han amenazado con violarlas mientras estaban detenidas y las han desnudado en la calle para impedir que protesten.

Ese es el caso de Ghada Kamal Abdel Jaleq, de 28 años, que en un vídeo en Youtube, apuntó que unos diez efectivos del orden la golpearon fuertemente en una calle cercana al Consejo de Ministros el viernes pasado cuando participaba en las protestas y acudió a ayudar a otra mujer que estaban siendo agredida.

Jaled indicó que fue detenida y al menos un oficial la atacó física y verbalmente, lo que incluyo amenazas sexuales, durante el arresto.

Jaleq detalló que las fuerzas de seguridad la pegaron por todo el cuerpo, la tiraron del pelo y le pisotearon la cara y pecho, además de insultarla.

Asimismo, HRW señala que en general las mujeres en Egipto, tanto si son manifestantes, como periodistas, activistas o simplemente viandantes, sufren habitualmente acoso sexual y asaltos en la calle, un fenómeno presente durante el régimen de Hosni Mubarak que la Junta Militar no ha sido capaz de evitar, investigar o castigar.

En ese sentido, la organización apunta que así como el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas ha enmendado el Código Penal para endurecer las penas por violación e "indecencia", ha fracasado a la hora de aplicar la ley en aquellos casos de agresión sexual que no son violaciones, lo que ha creado un ambiente de impunidad y ha dejado sin castigo el acoso sexual.

"En este momento crucial en la historia de Egipto, las mujeres necesitan poder participar en las manifestaciones y las elecciones sin miedo -añadió Jalife-. Los ataques vergonzosos de las fuerzas de seguridad y el amplio fracaso del Gobierno para tratar la violencia sexual y el acoso no auguran ningún bien para las mujeres de Egipto.

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