Imán desafía al Gobierno egipcio y da sermón en una mezquita

  • El conocido como "imán de la revolución egipcia", Mazhar Shahin, desafió hoy al Ministerio egipcio de Asuntos Religiosos, que supuestamente lo había relegado, y dio un sermón en una mezquita en la plaza cairota de Tahrir.

El Cairo, 12 abr.- El conocido como "imán de la revolución egipcia", Mazhar Shahin, desafió hoy al Ministerio egipcio de Asuntos Religiosos, que supuestamente lo había relegado, y dio un sermón en una mezquita en la plaza cairota de Tahrir.

Antes de entrar en la mezquita de Omar Makram, Shahin señaló a la prensa que la decisión de las autoridades es "injusta y sin significado", y reclamó una investigación previa.

"Yo no busco prestigio ni un cargo, pero estoy seguro de que no he traicionado a mi religión ni a mi país durante mi trabajo en la mezquita de Omar Makram", señaló.

Durante el sermón de la oración del mediodía del viernes, el jeque aseguró ante decenas de personas que las decisiones de la cúpula de los gobernantes Hermanos Musulmanes "pondrán al Estado en brazos del diablo".

Shahin pidió que el presidente egipcio, Mohamed Mursi (islamista), elija a los altos cargos del Estado mediante criterios de competencia y no por consideraciones religiosas, al tiempo que defendió la independencia de la prestigiosa institución suní de Al Azhar y los derechos de los imanes.

Uno de los asistentes a su sermón, el químico Mahmud Osman, apuntó a Efe que la decisión de suspender a Shahin es parte del plan de los Hermanos Musulmanes para "dominar las articulaciones del Estado" y nombrar a los imanes de sus filas.

Shahin denunció el pasado miércoles que el Ministerio de Asuntos Religiosos había decidido apartarle de su puesto por expresar opiniones políticas en uno de sus sermones.

El clérigo aseguró también que hay intentos de convertir Al Azhar en propiedad de los Hermanos Musulmanes, grupo en el que militó Mursi antes de llegar al poder.

Este jeque se hizo famoso por encabezar la oración musulmana en Tahrir durante los días del levantamiento popular y participar en las protestas, lo que le valió el apodo del "imán de la revolución".

A unos metros de la mezquita donde Shahin predicó hoy, el joven imán Abdulá Nasr ofreció otro sermón en el que condenó las tentativas de sembrar la discordia entre los coptos y los musulmanes en Egipto, tras los últimos choques violentos que protagonizaron fieles de ambas comunidades y que causaron la muerte de al menos siete personas.

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