Inmigración. Cear enviará a rajoy 100.000 firmas contra las 100.000 cuchillas de las vallas de ceuta y melilla


La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) lanzó hoy una campaña de denuncia de la violación de derechos humanos en las fronteras de Ceuta y Melilla y a favor de la retirada de las vallas con concertinas instaladas en estas ciudades.
La campaña lleva por título ‘estohayquecortarlo.org’ y pretende reunir 100.000 firmas, que se dirigirán a Mariano Rajoy como símbolo de las 100.000 cuchillas que CEAR calcula que forman las concertinas de Ceuta y Melilla.
La iniciativa cuenta con el apoyo de rostros famosos como la presentadora de informativos de laSexta Mamen Mendizábal, el cantante Macaco y el actor Tristán Ulloa, que han grabado un vídeo en el que piden respaldo ciudadano a la denuncia contra la violación de derechos humanos en Ceuta y Melilla.
El presidente de CEAR, Carlos Berzosa, presentó la campaña en el Ateneo de Madrid junto a Mamen Mendizábal; el refugiado congoleño Alain Diabanza, que cruzó a nado la frontera de Ceuta en 2005; la secretaria general de CEAR, Estrella Galán, y el fotógrafo Luis Gaspar, que ha hecho una exposición de retratos de gente rodeada de alambres de concertina.
Según Berzosa, la campaña quiere ser una denuncia de la “situación insostenible” que hay en Ceuta y Melilla por culpa de la política “represiva” del Gobierno español, que está “violando la normativa española y los tratados internacionales” de respeto a los derechos humanos.
A juicio del exrector de la Universidad Complutense, es lamentable que haya medios que estén hablando de “avalanchas” e invasiones masivas de la valla, algo que “sólo busca justificar medidas represivas y la alarma de que nos van a quitar el trabajo a los españoles”.
SÍMBOLO VISIBLE
Estrella Galán precisó que el Ejecutivo de Mariano Rajoy está incumpliendo en concreto las leyes de asilo y extranjería, al no dar cobijo a inmigrantes que llegan de países en conflicto, y también el Convenio Europeo de Derechos Humanos, que impide devoluciones colectivas.
“Las concertinas son el símbolo más visible de la violación de derechos humanos que se está cometiendo allí. Las fronteras no pueden ser un lugar de muerte ni terror”, agregó la portavoz de la Comisión de Ayuda al Refugiado.
CEAR pide que las fronteras españolas estén libres de medidas coercitivas como las cuchillas y que tengan puestos específicos de atención a solicitantes de asilo.
El congoleño Alain Diabanza relató su singladura de varios años por diversas naciones subsaharianas hasta que logró entrar a nado en 2005 por aguas ceutíes, después de tres intentos frustrados de cruzar la valla y de vivir meses en los montes cercanos a la ciudad autónoma en el lado marroquí.
Tras denunciar que las fuerzas de seguridad españolas efectúan devoluciones “en caliente” de inmigrantes a diario, Diabanza aseguró que las concertinas constituyen “un drama humanitario” que no se ponen “ni a los animales para que no salten a las carreteras”. “Entendemos que España quiera proteger sus fronteras. No pedimos que nos pongan alfombra roja y champán a los que queremos entrar, pero sí reclamamos respeto a los derechos humanos”, añadió.
Mamen Mendizábal llamó la atención sobre la responsabilidad que tienen los medios de comunicación para que no se lancen mensajes equívocos y alarmistas a la sociedad sobre el fenómeno de la inmigración de subsaharianos. “Tenemos que hablar también de los refugiados, y no sólo interesarnos por lo que puede ser más morboso, como las heridas de las concertinas”, indicó.

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