Inmigración. Matarín (psoe) pide a interior que escuche el 'no' de la onu a las "devoluciones en caliente"


La secretaria de Inmigración del PSOE, Eva Matarín, aseguró hoy que las 'devoluciones en caliente' de inmigrantes irregulares "no sirven para nada bueno, no es una solución y sin embargo aportan sufrimiento, inseguridad y son de dudosa constitucionalidad”.
Matarín se hizo eco en un comunicado de las palabras este jueves del relator especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos de los migrantes, François Crépeau, que ha reclamado a las autoridades españolas “un control independiente” de lo que ocurre en Ceuta y Melilla para establecer si se producen “devoluciones en caliente” de inmigrantes.
“Desconozco si el Ejecutivo necesita un diccionario para conocer la diferencia entre rechazar la entrada de un ciudadano migrante y el significado de las 'devoluciones en caliente', pero de lo que sí tengo la certeza es de la dejadez que muestra este gobierno en políticas migratorias eficientes y eficaces que tengan como objetivo regular los flujos migratorios e impedir que la gente ponga en riesgo su vida”, afirmó.
Para la responsable socialista de Inmigración, “la política no consiste en convertir lo ilegal, las 'devoluciones en caliente', en algo legal. Consiste en buscar soluciones haciendo que lo inmoral no se convierta en lo normal”.
“Ya que España no puede sentirse orgullosa de hacerle honor a la historia y ser país receptor de ciudadanos y ciudadanas que solicitan asilo, como en su día nos lo dieron a los españoles, le pido al Gobierno que al menos no nos haga sentir la vergüenza de ser el ejemplo de políticas en las que está por delante la falta de empatía para comprender los problemas, que la búsqueda de soluciones eficaces”, subrayó.
Para Eva Matarín, “estamos ante la visualización de la falta de competencia para saber gestionar las políticas migratorias que necesita un país con las características de España”.
La política socialista considera “imprescindible que el Ejecutivo español comience de una vez a dedicarle tiempo a las políticas migratorias y le exija a la Unión Europea una política migratoria común en la que se impliquen los países de origen, tránsito y destino”.
Matarín añadió que “el Gobierno Español debe dejarse de juegos lingüísticos, propios de los jóvenes en el patio de la escuela, y debe comenzar a poner en marcha medidas que tengan en cuenta el estricto cumplimiento de los derechos humanos, garantizando el derecho de asilo”.

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