Internet, el único contacto con el mundo exterior para las mujeres saudíes

  • Internet ha abierto los horizontes y expandido las posibilidades de todo el mundo. Pero para las mujeres saudíes ha significado un beneficio aún más grande, una forma de saltar por encima de las muchas restricciones a las que se enfrentan, como no mostrar más que sus ojos en público, no conducir, estudiar, viajar o relacionarse con hombres sin el permiso de su padre o marido. Aunque para conectarse a la red, en ocasiones también necesitan su visto bueno. 
Mujer musulmana cubierta con un niqab
Mujer musulmana cubierta con un niqab
iStockPhoto
Caryle Murphy | GlobalPost

(Riad, Arabia Saudí). El padre de Ashwaq había escuchado historias tenebrosas sobre hombres que utilizan internet para seducir a jóvenes influenciables. Así que cuando sus tres hijas le pidieron permiso para conectarse a internet, la respuesta fue un rotundo "no".Pero las niñas insistieron y él acabó cediendo ligeramente. Cada una de ellas podría pasar media hora al día navegando por la red.Con el tiempo, sin embargo, el racionamiento se quedó por el camino y aunque papá no está del todo contento, las hermanas pueden usar internet más o menos siempre que quieren, asegura Ashwaq, de 23 años. 

Para esta chica, que se define como "adicta a internet", todo ha sido para mejor.Ashwaq, que no quiere revelar su apellido para poder hablar con franqueza, asegura que el acceso a internet le ha aportado "una ventana al mundo exterior", además de "un montón de ciberamigos" y que le ha "cambiado la personalidad".Hace uno años, Ashwaq era una "antisocial" que no habría respondido a una llamada telefónica de un periodista, asegura. Pero dice que gracias a lo que ha aprendido online, incluso sobre la religión, se ha convertido en una persona de mentalidad más abierta. 

"Cuando creces en un lugar con reglas estrictas, te conviertes en un intolerante sobre las cosas que ocurren fuera de Arabia Saudí", dice esta oculista en fase de formación. "Yo he cambiado en ese sentido". 

La mayor parte de las mujeres saudíes no pueden trabajar, viajar o acudir a la escuela sin permiso de sus padres o maridos. No pueden conducir. Las mujeres tampoco participan por lo general en actividades deportivas, y las escasas bibliotecas que hay están abiertas a las mujeres tan sólo unas horas a la semana. Las relaciones sociales tienen lugar en su mayor parte en el ámbito familiar, debido a la estricta separación entre sexos. Así que no es de extrañar que las mujeres saudíes se hayan volcado en el ciberespacio mucho más rápidamente que los hombres. 

"En los viejos días de 2005", dice Ahmed Al Omran, que escribe en el blog Saudijeans, "había cuatro chicas por cada chico" en la blogosfera saudí.Ese desequilibrio desapareció a medida que más hombres saudíes empezaron a escribir en blogs. Pero aún ahora las mujeres suman el 46 por ciento de la comunidad bloguera saudí, un porcentaje mayor que en otros países, según el estudio "Mapping the Arabic Blogosphere: Politics, Culture, and Dissent", realizado en 2009 por el Berkman Center for Internet and Society de la Universidad de Harvard (EE UU). 

En un país donde un tercio de la población se conecta regularmente a internet, la red significa para las mujeres "un lugar en donde desahogar nuestras frustraciones y sueños", dice Reem Assad, de 37 años y profesora de Banca y Finanzas en la ciudad portuaria de Jeddah, que escribe reemasaad.blogspot.com.También ha permitido a mujeres que normalmente son "físicamente invisibles" participar de manera más activa en la sociedad saudí, dice Assad."Desde el punto de vista de las autoridades", explica, "mientras las mujeres estén detrás de una cortina o de una pantalla, mientras no estén delante de una cámara o caminando por la calle, todo está bien. Las mujeres son libres de hacer lo que quieran, siempre que no las vean o escuchen los hombres". 

Las mujeres cuyas familias no les permiten acudir a la universidad pueden realizar ahora cursos online desde sus casas. Y las mujeres que comienzan un negocio o que quieren movilizar a sus hermanas en torno a una causa también han encontrado en internet una herramienta poderosa.El año pasado, por ejemplo, Assad lanzó lo que llama "una campaña para la protección del consumidor" para obligar a las tiendas de lencería a sustituir sus dependientes masculinos por mujeres. "Lo empecé en internet", dice. "Era más barato. Y era más fácil llegar a un sector más amplio de población". 

Assad recuerda que cuando llegó internet al país, la gente "tenía que llamar a EE UU para poder entrar en las salas de chat" de AOL. Por aquellas fechas, la mayor parte de la gente ocultaba sus detalles personales.Hoy en día hay saudíes en Facebook hablando de sus vidas diarias y compartiendo fotos con amigos. Es una señal, añade, de que "las mujeres se empiezan a sentir más orgullosas de quienes son... Pueden revelar su verdadera identidad". 

Las redes sociales, el correo electrónico y el chat instantáneo han tumbado el muro de separación entre sexos levantado por la sociedad saudí. En un artículo de 2008 sobre el uso de internet entre los jóvenes, la periodista Najah Al Osaimi escribía que "los chicos entrevistados para esta historia dicen que contactar con chicas a través de las cámaras web es una de las pocas maneras que tienen para interactuar" con el sexo opuesto.Para algunos clérigos saudíes, la interacción a través de internet es otra depravación occidental que está "corrompiendo" a los jóvenes. 

Según dijo un predicador: "Facebook es la puerta a la lujuria".Pero Assad cree que facilitando el contacto entre hombres y mujeres jóvenes internet también les está ayudando a tener una interacción más relajada y normal con el sexo opuesto. "Está abriendo puertas a relaciones saludables, ayudándoles a pasar de relaciones a escondidas a relaciones totalmente públicas", dice.

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