Corría el año 2001 cuando Will Smith se subía al cuadrilátero a meterse en la piel del más grande del ring, de la auténtica leyenda del boxeo. El actor protagonizaba 'Ali', un papel que le llevó a rozar el Oscar.
Sin duda no se trató del papel más sencillo para Smith. A sus espaldas la responsabilidad de interpretar a un grande dentro y fuera del cuadrilátero. Ali fue mucho más que un deportista. De hecho, Muhammad Ali fue mucho más que una leyenda del boxeo. Ali siempre será recordado como un verdadero defensor de los Derechos Humanos. Dos caras que el actor tuvo que saber plasmar en la gran pantalla.
Tal fue la relación entre la persona y el personaje que de 'Ali' nació una gran amistad entre Will Smith y Muhammad Ali. De hecho, el actor fue una de las estrellas que no solo no quiso perderse el último adiós de la leyenda del boxeo, sino que fue uno de los portadores del féretro. Acompañado por otros los ex campeones de peso pesado Mike Tyson y Lennox Lewis, Smith viajó hasta Louisville para estar presente en la despedida de Alí. Dos días para que más de 20.000 personas despidieran a Ali
Un cortejo fúnebre por la ciudad, un entierro privado y un servicio conmemorativo público marcaron el final de dos días de tributos al tres veces campeón mundial de peso pesado. Una ceremonia multiconfesional que se celebrado en un estadio con capacidad para 20.000 personas y que comenzó con el rezo musulmán.
La comitiva pasó por los sitios más significativos para la leyenda del boxeo: la casa en la que creció, el centro Ali, el centro para la herencia afroamericana —que se centra en la vida de los negros en Kentucky— y, por supuesto, la avenida que lleva su nombre, para después llegar al cementerio.
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