Iraq. La base ‘gran capitán’ comienza a ser una realidad

El trabajo de los 70 efectivos de ingenieros de la Unidad de Apoyo al Despliegue en Iraq está comenzando a recoger sus primeros frutos y sobreponiéndose a los problemas que plantea la puesta en marcha de una infraestructura de las características de la base ‘Gran Capitán’, sede de las tropas españolas que se encargan de adiestrar a las Fuerzas Armadas iraquíes para que puedan combatir con garantías a los terroristas del autodenominado Estado Islámico (EI).
Según consta en el Estado Mayor de la Defensa, la base está planificada sobre una superficie de aproximadamente 45.000 metros cuadrados y adaptada para albergar a unas 450 personas.
La base ‘Gran Capitán’ está localizada en las proximidades de la localidad de Besmayah, a unos 60 kilómetros al sur de Bagdad y situada en el interior de una zona de adiestramiento militar.
El hogar de las tropas españolas está situada en una “zona segura”, en la que, para acceder a ella, hay que superar una gran cantidad de controles y vigilancias de zona, cuyo propósito es el de “disuadir, detectar y dificultar, en lo posible, la infiltración y el avance hasta el área de habitabilidad de cualquier elemento hostil”.
La construcción de estas instalaciones ha ocupado el 85% del tiempo de trabajo del equipo de ingenieros y de los recursos invertidos hasta la fecha. Entre estas labores destaca la demarcación de todo el perímetro de las instalaciones españolas con los ‘T-Walls’, unos bloques de hormigón con una base en forma de ‘T’ que, colocados en vertical, miden aproximadamente cuatro metros de altura.
Además, a lo largo del terreno que ocupa la base, los refugios para personal, fabricados de hormigón armado y concebidos para aguantar un eventual ataque con granadas o morteros, completan las instalaciones destinadas a proporcionar seguridad a los soldados españoles.
“Después de dos meses de duro trabajo, las instalaciones están ahora mismo a casi un 40% y calculamos que nuestra tarea podría estar concluida dentro de otros tres meses”, explica el teniente coronel César de Cea, jefe de la Unidad de Apoyo al Despliegue y responsable del equipo de ingenieros que está llevando a cabo los trabajos de construcción y acondicionamiento de la base.
SOBRE LA UNIDAD DE APOYO
A pesar de que la seguridad es el elemento fundamental de la base, en ella hay varias zonas diferenciadas, como son las de mando y control, seguridad, vida, servicios, un área logística, que incluye zonas de abastecimiento y mantenimiento, una zona de alimentación y un área de recreo que incluirá un gimnasio, un locutorio de Internet, una tienda, una biblioteca y un bar/cafetería.
El teniente coronel de Cea considera un elemento fundamental dotar de energía eléctrica que permita atender “holgadamente” la climatización de las zonas de la instalación, ya que ésta se encuentra en una zona desértica muy árida. En principio dicha necesidad queda cubierta con la instalación y puesta en marcha de ocho “potentes generadores” que permitirán garantizar las condiciones de salubridad del agua que se destine a uso sanitario. La base dispondrá, en breve, de una planta potabilizadora propia.
La base, de reducidas dimensiones en comparación con otras que utilizan tropas españolas en el exterior, acogerá, además de a los 300 soldados españoles, a unos 50 militares de EEUU y otros 40 portugueses.
“Es una base muy funcional, construida con un coste mínimo y máximo aprovechamiento del espacio”, según el teniente coronel de Cea.
La Unidad de Apoyo al Despliegue que se encarga de poner en pie la base ‘Gran Capitán’ está formada sobre la base del Regimiento de Especialidades de Ingenieros número 11 de Salamanca. De hecho, 67 de sus 70 componentes proceden de la misma. Además, sus integrantes atesoran una larga experiencia en misiones internacionales, habiendo estado presentes en todas las que ha participado España en los últimos veinte años. En la unidad ahora desplegada en Iraq hay miembros que acumulan hasta diez misiones internacionales.
En cuanto a capacidades, la unidad puede redactar y controlar los proyectos de obra, incluyendo el control de trabajos y dirección técnica de empresas y trabajadores civiles, así como la ejecución de trabajos de construcción, instalaciones de fontanería y saneamiento o instalaciones eléctricas.