Irene Villa: Tras un trauma hay que optar entre amargarse o empezar a vivir

  • La psicóloga y periodista Irene Villa, víctima de un atentado de ETA en 1991, ha asegurado hoy que cuando se sufre un accidente o tragedia llega un momento en que se debe optar entre vivir "amargada y sufriendo" o decidir que la vida empieza y que "no hay nada que lamentar, sino mucho que lograr".

Valencia, 15 nov.- La psicóloga y periodista Irene Villa, víctima de un atentado de ETA en 1991, ha asegurado hoy que cuando se sufre un accidente o tragedia llega un momento en que se debe optar entre vivir "amargada y sufriendo" o decidir que la vida empieza y que "no hay nada que lamentar, sino mucho que lograr".

Ella optó por el segundo camino -después de haber perdido las dos piernas y varios dedos de una mano con tan solo doce años-, cuando su madre, víctima del mismo atentado, le planteó estas dos opciones en el mismo hospital.

Villa comparte hoy su experiencia con más de un millar de jóvenes en el tercer congreso "Lo que de verdad importa", en Valencia, en el que también intervienen el abogado Paco Moreno, quien lo dejó todo para cooperar en Etiopía, y el deportista Jorge Font, quien con 19 años sufrió un accidente y se rompió el cuello.

"La vida no termina en un accidente, una desgracia o una tragedia, sino que empieza una vida incluso más profunda, más llena porque lo que más cuesta es lo que más se valora y una vida con obstáculos es una vida mucho más interesante", ha defendido Villa.

A su juicio, estas situaciones se superan gracias a la familia y a la gente que te quiere, aunque también es necesaria mucha autoestima y confianza en uno mismo.

Llega un momento en que se decide "a partir de ahora no vale lamentarse ni llorar, sino luchar, mirar hacia delante con alegría y optimismo y recuperar tu vida", ha asegurado esta joven de 32 años, que practica esquí, piragüismo, buceo e incluso hace el Camino de Santiago en bicicleta.

Sobre el cese de la actividad armada de ETA, ha señalado que "ojalá el terrorismo sea un tema cerrado" y que seguirá pidiendo "memoria, dignidad y justicia" para las víctimas, pero ha dicho que su vida gira ahora "en torno al deporte, los valores y la felicidad".

Ha manifestado que trata de transmitir siempre energía positiva y mucho optimismo porque considera que es "la forma más inteligente de vivir", y trata de desterrar de su vida pensamientos negativos como el odio, la envidia o el egoísmo que solo sirven "para sufrir" y a veces "pesan más que unas prótesis de titanio".

El mismo optimismo trasmite Jorge Font, de 43 años, quien con 19, tras haber sido campeón mundial juvenil de esquí acuático, sufrió un accidente mientras entrenaba en el que se rompió el cuello, y tras el cual, tuvo que "volver a aprender a hacer todo".

Lo que le salvó, según ha explicado, fueron "las redes de amistad y de cariño" que se formaron alrededor de él. "Que mis amigos me dijeran que a quien querían era al sustantivo Jorge por arriba de cualquier adjetivo", ha manifestado.

Paco Moreno, por su parte, se dio cuenta con 30 años de que "tenía de todo", y decidió compartirlo con los demás, lo que le llevó a irse de voluntario varios años a Etiopía hasta que decidió instalarse allí y fundar la ONG "Amigos de Silva".

Esta experiencia le ha permitido "simplificar" su vida, ya que se ha dado cuenta de que lo realmente importante son "la vida, los amigos y la familia", y reconoce que haciendo "felices a los demás, eres feliz tú mismo".

Mostrar comentarios