Jason Rezaian, periodista irano-estadounidense que quería luchar contra los prejuicios

  • El corresponsal del Washington Post en Irán, el irano-estadounidense Jason Rezaian, que pasó 543 días entre rejas en Teherán, buscaba con sus reportajes romper las ideas preconcebidas entre sus dos países de origen.

Teherán y Washington anunciaron el sábado su liberación en el marco de un intercambio de prisioneros de un alcance sin precedentes entre Estados Unidos e Irán.

De padre iraní y madre estadounidense, este periodista de 39 años creció en Marin County, en la región de la bahía de San Francisco (oeste de Estados Unidos), y mantuvo pocos contactos con Irán hasta que se convirtió en adulto.

Jason Rezaian estudió en la New School, una universidad de Nueva York y trabajó para la empresa familiar en la venta de alfombras antes de convertirse en periodista.

En 2012, el famoso Washington Post lo contrató y pasó a ser su corresponsal en Irán, donde se hizo un hueco entre el pequeño número de periodistas extranjeros en la capital iraní.

Pero, el 22 de julio de 2014, Rezaian es detenido en su domicilio de Teherán, pocos días después de publicar un artículo sobre los iraníes y el béisbol. Poca información se filtró sobre los motivos de su detención.

Su mujer Yeganeh Salehi, una periodista iraní del diario Abou Dhabi The National, también es arrestada, pero finalmente es liberada bajo fianza algunos meses más tarde.

La pareja se casó en abril de 2013 en Irán, reforzando así los vínculos de Rezaian con este país.

Jason Rezaian fue condenado a finales de 2015 a una pena de prisión, cuya duración nunca se anunció, por "espionaje" y "colaboración con gobiernos hostiles". Su diario y su entorno rechazaron firmemente estas acusaciones.

Sus amigos y familiares señalaron que él quería, en sus artículos, dar al mundo una mejor imagen de Irán.

"Él quería que la gente supiera que los iraníes tienen las mismas aspiraciones, esperanzas y sueños para sus familias que cualquier persona en Occidente y luchar contra las ideas preconcebidas sobre Irán", indicó su hermano Ali, quien ejerció de portavoz de la familia.

Semanas antes de su detención, Rezaian confesó a la cadena estadounidense CNN su apego a Irán y a Estados Unidos.

La emisión rodada en Irán estaba dirigida por la estrella de televisión Anthony Bourdain, cuyo presencia en el país se interpretó como una muestra de apertura hacia Estados Unidos, unos meses después de la elección del moderado Hasan Rohani como presidente.

"Echo de menos algunas cosas de mi casa, mis amigos, los burritos", había indicado en referencia a Estados Unidos.

"Amo y odio Irán, pero es mi casa. Se convirtió en mi casa", añadió.

Pero pocas semanas más tarde, una estrecha celda detrás de los altos muros de la prisión de Evine en Teherán, se convirtió en su nuevo "hogar".

Su familia afirmó que su salud se deterioró mucho, precisando que había perdido peso y padecía hipertensión. Sus allegados indicaron que permaneció aislado durante meses sin tener acceso ni a un abogado.

El Washington Post aseguró incluso que el periodista había sufrido malos tratos y abusos psicológicos antes de ser condenado en un proceso, calificado de "impostura" por el rotativo.

Para los jefes de redacción del diario, Jason Rezaian se había convertido en un rehén de las negociaciones sobre el programa nuclear iraní.

Tras 543 días de detención, las autoridades anunciaron el sábado su liberación en el marco de un intercambio de prisioneros entre Irán y Estados Unidos, hecho público horas antes de la entrada en vigor del histórico acuerdo nuclear entre Teherán y las grandes potencias.

adm/iw/mer/tjc

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