Javier Ballesteros Botín: 'Llegar a ser como mi padre es imposible'

  • El hijo del golfista prefiere recordar a su padre por los buenos momentos y dejar atrás la polémica por su herencia.
Javier Ballesteros Botín: 'Llegar a ser como mi padre es imposible'
Javier Ballesteros Botín: 'Llegar a ser como mi padre es imposible'

Es hijo del mejor golfista español y de la heredera de un imperio bancario. Javier Ballesteros Botín, que estudia derecho porque así se lo prometió a su padre antes de fallecer, es una de las figuras más destacadas del nuevo panorama golfístico español. El hijo de Severiano Ballesteros compitió por primera vez en un circuito profesional el pasado mes de abril, en el Peugeot Tour Alps, anotando un buen resultado y generando más de una noticia sobre su estilo, muy parecido al de su padre. Sin embargo, Javier admite que llegar a ser como su padre es algo difícil de conseguir, pues fue el mejor golfista español de todos los tiempos."Mi padre era al golf lo que hoy es Federer al tenis. Llegar a ser como él es imposible", ha confesado en una entrevista concedida a la edición española de Vanity Fair.De los recuerdos que tiene de su infancia junto a su familia, destaca los buenos momentos vividos con su padre, de quien aún tiene un vívido recuerdo."Me enteré de la enfermedad de mi padre por la prensa y por mi madre. Era muy cariñoso, siempre andaba dándonos besos y abrazos a todos los hermanos, se preocupaba hasta el extremo por nosotros. Eso sí, su ojito derecho era Carmen", ha revelado el joven.Javier se refiere a su hermana menor, Carmen, que ahora tiene 17 años y es la pequeña de los tres hijos que tuvieron Carmen Botín y Severiano Ballesteros, entre los que se encuentran Miguel y Javier, el mayor. Asimismo, también niega ser el favorito de su abuelo, el banquero Emilio Botín."¿Que si soy el nieto favorito de mi abuelo Emilio? No lo creo, no nos vemos mucho", ha expresado.La familia ha pasado por duros momentos en los últimos años debido al distanciamiento que desembocó en el divorcio de sus padres, algo que se vio recrudecido cuando el famoso deportista falleció de cáncer y surgieron disputas por el reparto de la herencia. Pese a todo, Javier Ballesteros Botín prefiere evitar la polémica y recordar a su padre por los buenos momentos vividos."Los últimos momentos no fueron muy buenos debido a su enfermedad, pero fue siempre un gran luchador. Lo llevó muy bien, todo lo mejor que supo. Pero prefiero recordar otras cosas: cuando toda la familia le acompañamos a Dubái, donde jugaba un campeonato, y nos bañamos en la piscina con él. O cuando pescábamos lubinas en el barco en Santander, o recogíamos conchas en la playa de Somo. O cuando le hice de caddie en el British Open de 2006, en Hoylake. Él aseguró que había jugado ese torneo por mí, porque yo se lo pedí. Fue el mejor momento que pasé a su lado", ha expresado emocionado a la revista el deportista novel.

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