Jefe de Cruz Roja cree que diálogo es la única salida a conflicto colombiano

Bogotá, 18 sep.- El diálogo y no la rendición de los grupos guerrilleros es la única salida para superar el conflicto armado interno de Colombia, afirmó el jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr) en Bogotá, Christophe Beney.

"Sigo teniendo la convicción de que la paz se logra a través de un diálogo y no de la rendición", expresó Beney en una entrevista que publica hoy el diario bogotano El Tiempo.

El jefe nacional del Cicr reconoció que todos los guerrilleros con los que ha podido hablar "dicen que quieren la paz", aunque también admitió que esto "no es ninguna novedad".

"Los mecanismos para llegar a ella son el desafío principal y se lograrán, no a través de una rendición, pero sí a través de mecanismos de discusión que obviamente tienen que definirse entre el Gobierno y los miembros de las guerrillas", continuó Beney, quien en breve pondrá fin a su misión de tres años y medio en Colombia.

Según él, con la llegada al poder de Juan Manuel Santos, quien hace un año recibió el poder de manos de su correligionario Álvaro Uribe (2002-2010), ha habido un cambio de tono y una facilitación de las cosas con el reconocimiento de que en el país sí hay un conflicto armado, algo que, dijo, para el Cicr ha sido una realidad.

Santos "va por buen camino" en la creación de un escenario favorable para la búsqueda de la paz, reconoció luego.

Pero también advirtió de que "se necesitan varios actores para crearlo".

En el caso del Cicr, apuntó: "estaremos siempre dispuestos a facilitar las cosas, aprovechando la situación muy particular que tenemos en este país, siendo casi los únicos con presencia en el terreno y contacto con todos los actores".

"El famoso desarme de la palabra y la manera como se habla en este Gobierno me hacen creer que se está creando un entorno favorable hacia la opinión pública para que esta última entienda que muy probablemente la paz se logrará en este país por vía de discusiones y no a punta de fusiles", enfatizó Beney.

El responsable del organismo humanitario observó que el conocimiento que tiene de Colombia y el seguimiento que pudo hacer en estos tres años y medio a la situación del país le dejan el convencimiento de que "tanto el Gobierno como las guerrillas quieren la paz".

"El desafío es cómo asegurarse de que estas dos convicciones se puedan juntar", añadió.

Beney advirtió de que "pueden darse acuerdos de paz con la guerrilla, pero eso no quiere decir que la violencia acabe".

En Colombia también están las llamadas bandas criminales (bacrim), que se han consolidado y "si son un actor en el panorama de la violencia en el país que se debe tener en cuenta", prosiguió Beney.

El jefe del Cicr dijo que, como lo demuestra la historia, "la intensidad del conflicto no tiene nada que ver con la cercanía o no de diálogos de paz".

Por ello, continuó, en el terreno el Cicr insiste en el respeto al derecho internacional humanitario (DIH).

El país afronta un conflicto interno de casi medio siglo que coincide en buena parte con la trayectoria de las dos guerrillas que siguen activas, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

En conjunto, ambas cuentan con no más de 11.000 combatientes, según las autoridades militares, que han agrupado bajo la denominación de bacrim a los grupos que surgieron tras la desmovilización, en 2006, de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).