Ammán, 27 may.- El Gobierno de Jordania condenó hoy la masacre perpetrada en la ciudad siria de Al Haula, donde el pasado viernes murieron al menos 92 personas, y pidió una solución política para poner fin a la violencia contra la población civil.
En un comunicado difundido por la agencia oficial de noticias Petra, el ministro de Estado jordano de Información, Samith Maita, criticó la matanza y mostró su oposición al uso de la fuerza contra la población en Siria.
"Jordania rechaza la violencia contra civiles armados y pide una solución política rápida que acabe con el derramamiento de sangre y garantice la unidad y la integridad territorial de Siria", afirmó Maita.
Al menos 92 personas, entre ellas 32 niños, murieron el pasado viernes en Al Haula, ubicada en la provincia central siria de Homs, según la misión de observadores de la ONU desplegada en el terreno.
Los opositores responsabilizaron de la matanza a las fuerzas gubernamentales, si bien Damasco negó hoy cualquier responsabilidad y culpó de lo sucedido a los grupos armados.
La respuesta del régimen sirio se produce en medio de fuertes condenas internacionales, como la del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que ayer pidió al Gobierno de Bachar al Asad el fin inmediato del uso de armamento pesado contra la población.
Además, mañana está previsto que visite Siria el mediador internacional Kofi Annan, en la que puede ser la última oportunidad para solucionar de manera pacífica la crisis que atraviesa el país.
De acuerdo con datos de la ONU, desde marzo de 2011 más de 10.000 personas han muerto en Siria a causa de la violencia, unas 230.000 se han desplazado de forma interna y más de 60.000 han buscado refugio en países limítrofes, como Turquía y Líbano.
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