A pesar de la mejoría en la economía y el incremento del consumo, desde el Banco de Alimentos no perciben una disminución significativa de las peticiones de ayuda. "Algo disminuyó, pero también porque se han marchado muchos inmigrantes, seguimos en líneas similares en torno a las 21.000 peticiones al año", ha afirmado Sopeña.
Ahora, ha afirmado, el perfil de demandante ha cambiado. Hay cada vez más gente joven y más familias que acuden tras un desahucio en busca de ayuda. Incluso se ha incrementado la demanda entre madres jóvenes que, aun teniendo trabajo, necesitan ayuda. "Vienen chicas con sus hijos que cobran 800 euros y están pagando rentas", ha añadido.
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