Jóvenes católicos realizan peregrinación por calles de Río de Janeiro

  • Grupos de jóvenes de todo el mundo realizaron hoy una caminada de unos 9,5 kilómetros desde el centro de Río de Janeiro hasta la playa Copacabana como parte de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en la que participa el papa Francisco.

Río de Janeiro, 27 jul.- Grupos de jóvenes de todo el mundo realizaron hoy una caminada de unos 9,5 kilómetros desde el centro de Río de Janeiro hasta la playa Copacabana como parte de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en la que participa el papa Francisco.

Los jóvenes, muchos de ellos con banderas de sus países de origen, principalmente latinoamericanos, andaban por las calles de la ciudad, algunos orando, otros cantando, bajo la protección del Ejército de Brasil.

Inicialmente el peregrinaje, uno de los actos de las jornadas, debía haber recorrido 13 kilómetros hasta Guaratiba, un barrio alejado de la ciudad donde se iban a llevar a cabo los actos finales del encuentro católico.

No obstante, las lluvias de los últimos días convirtieron en un lodazal el descampado donde estaba previsto que se celebraran la vigilia y la misa final el domingo, por lo que los organizadores transfirieron esos actos a Copacabana.

Esa playa estaba hoy temprano ya llena de gente, que se prepara para pernoctar allí, aunque no podrá erigir tiendas de campaña, como sí habría sido posible en Guaratiba.

Los peregrinos recorrieron las avenidas Getulio Vargas y Río Branco, las dos principales arterias del centro de Río de Janeiro, y atravesaron gran parte de la zona sur de la ciudad por el Aterro do Flamengo, una ancha vía expresa que desemboca en Copacabana.

Todas estas vías fueron bloqueadas al tránsito para que los peregrinos tuvieran tiempo suficiente para llegar al lugar de la vigilia, cuyo comienzo está previsto para las 19.30 horas (22.30 GMT) de hoy.

Mientras, el papa Francisco afirmó ante un millar de obispos y centenares de sacerdotes que es en las favelas, en los "cantegriles" (nombre que se da en Uruguay a los barrios de chabolas) y en las "villas miseria" donde tienen que ir a buscar y servir a Cristo.

"No podemos quedarnos enclaustrados en la parroquia, en nuestra comunidad, cuando tantas personas están esperando el Evangelio", subrayó Francisco durante la misa que ofició en la catedral de Río de Janeiro.

Mostrar comentarios