Jerusalén.- La aldea palestina de Bilín, situada en el territorio ocupado de Cisjordania, conmemora hoy el sexto aniversario desde que inició una protesta semanal no violenta contra el muro de separación israelí y la confiscación de más de la mitad de sus tierras.
Entre 500 y 700 vecinos palestinos, activistas israelíes y extranjeros se dieron cita como cada viernes junto a la barrera israelí, donde del otro lado esperaban soldados del Ejército de Israel que lanzaron botes de gases lacrimógenos y granadas de estruendo contra los manifestantes.
"Queremos conmemorar el sexto aniversario del inicio de la protesta con un llamamiento a la comunidad internacional para que tome cartas en el asunto", dijo a Efe Joseph Dana, portavoz de la plataforma convocante de la manifestación.
Como cada semana desde hace seis años, los participantes en la protesta corearon eslóganes contra el muro de separación israelí.
En esta ocasión también hubo consignas a favor de la unidad y llamamientos a la comunidad internacional para que haga cumplir el dictamen del Tribunal Internacional de Justicia que en 2004 declaró la barrera ilegal y exhortó a Israel a desmantelar los tramos levantados en Cisjordania e indemnizar a los palestinos afectados.
En la aldea de Bilín residen 1.500 palestinos, la mayor parte de los cuales se ganaban la vida como obreros en Israel antes de que se iniciara la Segunda Intifada en septiembre de 2000.
El levantamiento del muro ha supuesto la confiscación de más de la mitad de las 230 hectáreas de terreno que pertenecían a la población.
El propio Tribunal de Justicia de Israel dictaminó que el trazado de la barrera en esa localidad debía ser cambiado lo antes posible, una medida que no ha llegado y sigue motivando a los lugareños a salir a protestar cada semana.
El Gobierno israelí comenzó el proyecto en 2002 con el objetivo de impedir la infiltración de atacantes en Israel o los asentamientos judíos.
Sin embargo, la obra siempre ha estado cargada de polémica y provoca airadas críticas internacionales, así como devastadoras consecuencias sobre la población palestina.
Los palestinos califican la barrera de "muro del apartheid" y aducen que tiene como fin despojarles de sus tierras e impedir un futuro Estado viable.
Cuando concluya su construcción, el 85 por ciento de su trazado quedará dentro del territorio cisjordano, frente al 15 por ciento que transcurrirá por la Línea Verde, la frontera imaginaria aceptada internacionalmente tras la primera guerra árabe-israelí (1948-49).
Bilín se ha convertido en un símbolo de lucha no violenta, pero hay otras poblaciones afectadas por el muro como Nilín, Yayus o Budrus, donde palestinos se manifiestan asiduamente junto a activistas israelíes e internacionales para protestar contra el muro que divide sus tierras.
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