La calma vuelve a las calles de Malaui después de tres jornadas de disturbios

  • Las calles de las principales ciudades de Malaui, en el este de África, volvieron a la normalidad hoy después de tres jornadas de protestas contra el Gobierno por el alza de precios y la corrupción, que han causado al menos 18 muertos.

Johannesburgo, 23 jul.- Las calles de las principales ciudades de Malaui, en el este de África, volvieron a la normalidad hoy después de tres jornadas de protestas contra el Gobierno por el alza de precios y la corrupción, que han causado al menos 18 muertos.

Pese a la tranquilidad de las últimas horas, la inestabilidad política provocada por las manifestaciones de los últimos días ha llevado a los organizadores a suspender los diez partidos de la liga de fútbol nacional previstos para este fin de semana, según informó hoy el diario malauí Mlawi Voice.

Todos los encuentros serán pospuestos hasta mediados de la semana que viene, por miedo a que la congregación de seguidores para los partidos acabe por reproducir disturbios como los registrados desde el miércoles a lo largo del país, explicó hoy William Banda, secretario general de la asociación de fútbol profesional (Sulom).

Cientos de manifestantes salieron el miércoles a las calles de Malaui en protesta por el alza de los precios, la falta de combustible y la corrupción del Gobierno de Mutharika, reelegido presidente en las pasadas elecciones de 2009.

Los manifestantes saquearon tiendas, incendiaron coches, comisarías y viviendas particulares de agentes de policía y cargos del partido gubernamental, el Partido Progresista Democrático (DPP).

Los disturbios y saqueos continuaron durante el jueves, especialmente en los suburbios de la capital, Lilongwe, y Blantyre, en el sureste del país.

La respuesta de la Policía a los disturbios, que han dejado al menos 18 muertos, fue criticada ayer por los Estados Unidos, la Unión Europea y Amnistía Internacional (AI), que reclamó una investigación sobre los hechos ocurridos.

El presidente de Malaui, Bingu Mutharika, destituyó ayer al jefe de las fuerzas armadas, Marko Chiziko, por su gestión de la protestas, y colocó en su lugar al brigadier Henry Odillo, antiguo agregado de Defensa para el Reino Unido.

La oposición y las organizaciones civiles convocantes de la protesta han pedido calma a la población para evitar nuevos enfrentamientos y han dado un tiempo al presidente para que ponga en marcha las medidas necesarias que pongan fin a la crisis.

Bingu Mutharika, que ofreció el jueves la apertura de negociaciones, advirtió ayer, sin embargo, de que los responsables de los disturbios serán llevados ante la justicia, según publicó el Malawi Voice.

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